Poema al Dos de Mayo

Por Viriato
Bernardo Lopez García (1838-1870) era un poeta español, nacido en Jaén, que saltó a la fama tras publicar, en 1866, la "Oda al Dos de Mayo". Una poesía patriótica dedicada a los sucesos del Dos de Mayo, y que desde entonces ha sido su obra más conocida:

Oigo, patria, tu aflicción,y escucho el triste conciertoque forman, tocando a muerto,la campana y el cañón;sobre tu invicto pendónmiro flotantes pendones,y oigo alzarse a otras regionesen estrofas funerarias,de la iglesia las plegarias,y del arte las canciones.
Lloras, porque te insultaronlos que su amor te ofrecieron¡a ti, a quien siempre temieronporque tu gloria admiraron;a ti, por quien se inclinaronlos mundos de zona a zona;a ti, soberbia matronaque, libre de extraño yugo,no has tenido más verdugoque el peso de tu corona!
Doquiera la mente míasus alas rápidas lleva,allí un sepulcro se elevacontando tu valentía.Desde la cumbre bravíaque el sol indio tornasola,hasta el África, que inmolasus hijos en torpe guerra,¡no hay un puñado de tierrasin una tumba española!
Tembló el orbe a tus legiones,y de la espantada esferasujetaron la carreralas garras de tus leones.Nadie humilló tus pendonesni te arrancó la victoria;pues de tu gigante gloriano cabe el rayo fecundo,ni en los ámbitos del mundo,ni en el libro de la historia.
Siempre en lucha desigualcantan tu invicta arrogancia,Sagunto, Cádiz, Numancia,Zaragoza y San Marcial.En tu suelo virginalno arraigan extraños fueros;porque, indómitos y fieros,saben hacer sus vasallosfrenos para sus caballoscon los cetros extranjeros.
Y aún hubo en la tierra un hombreque osó profanar tu manto.¡Espacio falta a mi cantopara maldecir su nombre!Sin que el recuerdo me asombre,con ansia abriré la historia;¡presta luz a mi memoria!y el mundo y la patria, a coro,oirán el himno sonorode tus recuerdos de gloria.
Aquel genio de ambiciónque, en su delirio profundo,cantando guerra, hizo al mundosepulcro de su nación,hirió al ibero leónansiando a España regir;y no llegó a percibir,ebrio de orgullo y poder,que no puede esclavo ser,pueblo que sabe morir.
¡Guerra! clamó ante el altarel sacerdote con ira;¡guerra! repitió la liracon indómito cantar:¡guerra! gritó al despertarel pueblo que al mundo aterra;y cuando en hispana tierrapasos extraños se oyeron,hasta las tumbas se abrierongritando: ¡Venganza y guerra!
La virgen, con patrio ardor,ansiosa salta del lecho;el niño bebe en su pechoodio a muerte al invasor;la madre mata su amor,y, cuando calmado está,grita al hijo que se va:"¡Pues que la patria lo quiere,lánzate al combate, y muere:tu madre te vengará!"
Y suenan patrias cancionescantando santos deberes;y van roncas las mujeresempujando los cañones;al pie de libres pendonesel grito de patria zumbay el rudo cañón retumba,y el vil invasor se aterra,y al suelo le falta tierrapara cubrir tanta tumba!
¡Mártires de la lealtad,que del honor al arrullofuisteis de la patria orgulloy honra de la humanidad,¡en la tumba descansad!que el valiente pueblo iberojura con rostro altaneroque, hasta que España sucumba,no pisará vuestra tumbala planta del extranjero!