Animal profundo, de ingenio desconocido, Pelo negro, ojos verdes, corazón adolorido. Una noche, la última del año, te sentí en el cielo, Mujer astral, fuiste luna, luz en la oscuridad, La imagen lejana, recuerdo borroso, ilusión nocturna de mi bien amada. Se encoge mi corazón de gato, que ya de por si es pequeño, Y siento el pecho de plomo, un vacío infinito en mi interior, Satélite místico, la congoja no es por ti, sino por las imágenes que evocas. Los hombres a lo suyo, los gatos a lo nuestro, Este año termina en penumbras, igual que de ellas nació, Y yo con mis pulgas, te veo barriendo las estrellas del cielo una vez más. Contigo la tierra es más negra y los arboles reciben tregua, Las almas descansan, pero la última noche, Todos te celebran. Como yo, aquí desde el tejado.