No hablaremos de política. ¡Prohibido política! ¡Tabú política! ¡Stop política!
Hablaremos del ayer, del hoy y del mañana de tu vida y de mi muerte de los laberintos del alma de los jardines del corazón de las lágrimas que derraman de las sonrisas que iluminan.
Hablaremos de arte, de cultura y de belleza de los libros en los que nos perdemos de la música que nos posee de las películas que vivimos de la anarquía de la primavera y del sosiego del otoño.
Hablaremos de lo que queremos ser o somos o fuimos. Hablaremos de lo que dejamos de ser o dónde nos equivocamos siendo o lo inútil que es querer que seamos lo que nunca seremos y nunca hemos sido.
Hablaremos del tiempo robado hablando de política y en las palabras nos haremos inmortales.