Poema sin título 33.

Por Roman_v
Poema sin título 33.
Se oye a lo lejos un sonido,mil navajas afiladas,un grito.
Lejos, a través de las paredes,¡Un gemido!,la muerte y los laureles.
Mil espejos rotos miran,ausencia de vida,muertes y más muertes.
Un amanecer silente y rojo,una acera colorida,un cuerpo gris y roto.
Hay a lo lejos, melodía,¡Algarabía!,sirenas eufóricas, rendidas.
Campanas sonarán mañana,¡Lágrimas tañidas!,un dolor de filigrana.
Y tú, que reposas en tu palcomientras tu pueblo muere y mata,presidente serás, solo de ornato.
Y que dios bendiga tu indecenciasi a tu falta de sapiencia…el pueblo enardecido va y te ataca.
Proclamarás entonces en tu tumba,a tesón y lágrimas ufanas,que la falsedad era al fin la cura.
Mil voces libres cantarán alegres(ni campanas ni tañidos),por un cielo rojo bien habido.
Más, hasta entonces solo quedaescuchar navajas y otro grito,una tumba más… y más laureles.
(…)
Se oye a lo lejos un sonido,¡Mil navajas afiladas!,una campana y más tañidos.
-Poema sin título 33-