Poema sin título

Publicado el 04 marzo 2020 por Carlosgu82

En los montes más nevados del deseo,

buscando las laderas más floridas de tu corazón,

con las manos vacías y el pecho repleto,

intento conquistar tus cordilleras imposibles.

Nómbrame,

y así sabré si por fin he llegado a tu cima

y puedo clavar la bandera de mi amor.

Hazlo cuando sufras o padezcas,

cuando ames la vida o la aborrezcas.

Cuando amanezcas, nómbrame

y sabré si mi razón de vivir ya ha despertado.

Cuando huelas el aire de marzo

nómbrame,

pero nómbrame tu amor

y deletreame despacio.

Cuando me beses, di mi nombre

si quieres que viva ya siempre en tu boca,

y en la hoguera ardiente que ella provoca

pronunciaré el tuyo al unísono

dando voz a esta locura de ser esclava de tus besos

y con un alma compartida.

El velo de la vergüenza se va volando

mientras jadeas en mi tu esencia,

yo la rescato en mis labios

me inundo de ella

y me invento melodías con tu aliento

mientras me baño en el oro de tu cuerpo.

No intentes ser casto ni cauto en tu aullido.

Ponle mi nombre al placer y a tu universo.

Grítalo fuerte como lo haces en tus pensamientos.

Yo enmudecida lo oiré de cerca… o de lejos.

Sentada, casi desnuda, temblando por verte.

Con el alma esperando y la piel tendida

sobre un suave y denso terciopelo negro.

Seducida, conquistada y rendida

como alguien que no quiere pegarse con la vida,

tan sólo sentirme de tus abrazos reina.

Puede ser el edén en el espacio

si tú me nombras