"Tan poca cosa es llorar - Algo tan breve suspirar - ¡Y sin embargo - por asuntos - de esta magnitudMorimos los humanos!"
Y esta otra, tan impresionante. La muerte física es objeto de un análisis poético oscuro:
"Me gusta la apariencia de la Agonía,Porque sé que es verdadera - El género humano no finge el Espasmo,Ni simula un Estertor -
Los Ojos quedan vidriados - y eso es la Muerte - Imposible falsearLas perlas en la FuenteEnhebradas por la Angustia interior."
Sin embargo la esperanza en las pequeñas alegrías que depara la existencia también está presente:
"Por sutilezas tan insignificantesComo un Brote, o un Libro,Se plantan las semillas de las sonrisas - Que florecen en los oscuro."
A pesar de pasar buena parte de su vida haciendo vida sedentaria, el deseo íntimo es escapar:
"Siempre que oigo la palabra "fuga"Mi pulso se acelera,Y en mí se produce una súbita expectación,¡Un deseo de volar!
Siempre que me hablan de amplias prisionesAbatidas por soldados,No hago sino forzar mis barrotes, como un niño,¡Sólo para fracasar otra vez!"
Y este juego de palabras, sutil, enigmático y burlesco:
"La excesiva Locura es la mejor Sensatez - Para el Ojo perspicaz - La excesiva Sensatez es - la más completa Locura - En esto - como en Todo, es la MayoríaLo que prevalece -Consiente - y te considerarán cuerdo -Objeta - te declararán peligroso - Y serás encadenado -"
He aquí una pequeña antología de una escritora que se definía a sí misma como nadie, con toda humildad y conocimiento de causa, puesto que apenas publicó nada en vida. En cualquier caso, hay que hacer caso al deseo que dejó escrito para el futuro: "Juzgadme con ternura".