Contarse a si mismo, ¿no es siempre el asunto central del poeta?: Un cuerpo en calma para un alma en vilo, mirándole la cara a lo absoluto; a las grandes preguntas siempre daba, sonriendo, respuestas muy pequeñas.
El otro poemario, (Grosso modo, un año anterior), me ha gustado menos. Lo firma con seudónimo y son versos rimados. López de Artieta reniega de una bohemia inútil y achaca su malditismo a un cóctel de fe católica, espíritu reaccionario y poca simpatía por la democracia.
Coincide que es la primera vez, si no recuerdo mal, en que leo poemarios en sus ediciones originales. Hasta ahora sólo me había atrevido con antologías. Resultado: 1, se acaban antes; 2, los poemas verdaderamente destacables resaltan con más facilidad.