Invictus (2009) / William Ernest Henley
En el film se dice que este poema acompañó a Mandela en la cárcel, me encanta, también me acompaña, lo leo 90 veces...
Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.
21 Gramos (2003) / Eugenio Montejo
Sean Penn recita parte de este poema a Naomi Watts en la cinta del combo Guillermo Arriaga / Alejandro González Iñárritu. En una entrevista, Montejo confiesa haberse sorprendido con el gesto de los mexicanos, cuando vi la película en un cine de Caracas mucha gente murmuró "¿Quien será ese poeta venezolano?" (porque Sean Penn nombra la nacionalidad...), yo sonreía para mis adentros....
La tierra giró para acercarnos
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.