Poesía

Publicado el 18 mayo 2014 por Javier Marcos Angulo @clamorsegovia
Estamos en un momento político especialmente delicado. Han irrumpido en el 'teatro' de la política una serie de partidos políticos nuevos, aunque yo aprecio que no son tan 'nuevos', en realidad están compuestos por personas que los han organizado en general en muy poco tiempo, y los cabezas de sus listas muchos de ellos no son nada nuevos, sencillamente se han 'movido'.
Algunas y algunos llevan ya mucho tiempo en esta especie de escenario que les impulsa (las más de las veces) a opositar a cargo público ya sea como diputada o diputado, senadora o senador, alcaldesa o alcalde, concejala o concejal, etcétera.
Últimamente en vez de leer periódicos esos que se llaman prensa nacional generalista  -cada vez más- me dedico a rastrear como si fuera un sabueso buscando -eso que llevo buscando desde hace tiempo- la verdad.
¿Qué hay de verdad en todo lo que dicen las candidatas y candidatos?
No he logrado (en mi rastreo) encontrar a ninguna o ninguno en su currículo aparezca como profesión poetisa o poeta. Que en mi rastreo no he encontrado a nadie que su profesión sea poeta.
Y la verdad, creo que por desgracia la política es un arte, pero un arte que cada vez me parece más fatuo; soberbia y mentiras al 50%;  no veo a ningún político que se diga así mismo: 'voy a dedicarme a mis conciudadanos para lograr mejores cotas para la vida cotidiana, la normal, no esa de por encima de mis posibilidades'.
Se necesita estar hecho de una pasta especial para ser un buen político que mire y sea su principal trabajo hacer bien por su comunidad.
Eso de ser Presidente de todos los españoles, hay que tener fundamentalmente una cosa prioritaria para ser el conductor de todos los españoles y hacerlo francamente bien. Y lo que hay que tener es cero en soberbia y diez en saber escuchar, para después tomar las decisiones no pensando en uno mismo y su equipo, sino pensando en toda la gente que está esperando que el Presidente de todos los españoles posea una característica fundamental y no es otra que ser un buen estadista.
Y como suelo escribir y decir muchas veces, la poesía es la esencia de de prosa y un buen dirigente tiene que llevar en su alma precisamente poesía.