En su colección Jardín Cerrado, Libros del Aire publica La necesidad y la esperanza, una panorámica de la poesía actual en lengua catalana que muestra la voz de dieciséis poetas a los que une –señala el editor Alfons Navarret en el prólogo- “el deseo de buscar una voz propia, y a la vez la esperanza de llegar a unos lectores que parecen cada día más escasos /.../ Y es que lo que en los años setenta y ochenta fue abundancia ahora se ha vuelto escasez: los autores actuales, los que vemos en la presente muestra poética y muchos otros, se han visto obligados a sobrevivir a la crisis económica que se ha cebado duramente con el mundo de la cultura. La poesía ya no da prestigio y tampoco genera grandes beneficios, y esto ha supuesto un cambio de orientación de los nuevos editores, que se han refugiado en la edición de premios y en los valores seguros, siempre a partir de ediciones de pocos ejemplares, cosa que ha supuesto una dificultad añadida para todos aquellos que continúan intentando dar a conocer su propuesta estética y su voz.”
El responsable de la edición, Alfons Navarret, que se ha ocupado también de la traducción de los textos, se declara consciente de que “toda antología, por muy extensa que se pretenda, deberá por fuerza hacer una reducción de la realidad a unas dimensiones que permitan controlarla y darnos una perspectiva de conjunto” y reconoce que “escoger es descartar, dejar a un lado, obviar las complejidades que una literatura guarda en su seno” y que por tanto “tradicionalmente, los criterios de inclusión habían sido muy subjetivos y en su totalidad dependientes de los gustos estéticos del realizador de la misma y de los distintos compromisos y amistades a las cuales debiera responder. Esto ha motivado que, muy a menudo, nos encontremos con acusadas ausencias y con presencias que no llegan a aportar gran cosa al conjunto.”
Por eso ha querido fijar un criterio de selección claro: son los propios poetas los que se han responsabilizado de la selección: los poetas de esta antología cuentan con el apoyo de otros poetas mediante un sistema de votación que recoge aquellos mejor valorados por sus coetáneos. Y ese criterio se combina con el de la paridad de género, de manera que se incluyen aquí el mismo número de mujeres que de hombres.
Se completa así una antología cremallera, con ocho mujeres y ocho hombres, nacidos entre 1970 y 1986, no sólo en Cataluña, también en Valencia, Baleares, París o Italia, autores de una poesía que tiene en común la utilización del catalán.
Hay entre ellos una notable y enriquecedora variedad de tendencias, de temas, de estilo y de métrica. Entre lo confesional y los reivindicativo, entre el intimismo del sentimiento y la memoria de la niñez, cada poeta aporta cinco textos de diversa extensión, poemas en los que la reflexión sobre la palabra y la poesía convive con la meditación existencial.
Poemas directos y figurativos o elípticos y abstractos en los que los poetas fijan su lugar en el mundo y perfilan su identidad en los espacios abiertos de la ciudad o en el ámbito cerrado de lo doméstico; en las estaciones de metro o en las sucesivas estaciones del año.
Una muestra significativa de la poesía que se está escribiendo ahora mismo en catalán, semejante –y ese es junto con el cuidado del lenguaje su rasgo más significativo- a la que se está escribiendo en otras zonas de Europa y América.
Un ejemplo, La mesa, después, del castellonense Josep Porcar:
Ahora la mesa limpia, triste, reseca,
resaca del marasmo, como un cálculo
de evasivas después de un teorema,
infinita, de tan vacía, evanescente
y brutal como una ecuación errónea
que apenas vibra de l haber
al debe, del rocío al pozo, de mí a ti,
como una exclamación que fue plena
en melodías, afinidades y decepciones.
Ahora la mesa limpia, expectante, este decir,
un decir qué, un decir cómo, a qué islas,
a qué fulgor encomendar la sal
que ha dejado de temblar, como yo,
como todo, en el remanso de la ola.
Santos Domínguez