Bolaño crea un mundo propio, complejo, pero sencillo. Nos atrae con una prosa clara y nos conduce por los laberintos del Chile más oscuro persiguiendo a un poeta, a un asesino sin alma, a una sombra terrible que se proyecta como una amenaza constante. Un alma pérfida que se aprovecha de las circunstancias políticas para operar impunemente, con una crueldad inusitada que también tendrá manifestaciones artísticas. El proceso creativo se entrelaza con el crimen.
Una historia que cruza continentes de la mano del narrador y que mantiene una relación epistolar con Bibiano, el que nunca renuncia a resolver el misterio. Un misterio que parte de la poesía y se resuelve con la misma poesía. Una traición y una venganza. Hay que leerlo.