Poesía en días rotos

Publicado el 23 diciembre 2019 por Carlosgu82

Un adiós

Por el ventanal, la tarde despliega sus alas azules y doradas.

Un gato la mira sin contemplarla.

Él ignora lo que es la belleza pero también lo que es la muerte.

No imagina ese paso del ser al no ser, de la conciencia a la nada,

Convertirse en un objeto que otros transportan en un féretro

Y cobijan bajo la tierra.

No espera comprensión para sus pecados ni admiración por sus hazañas.

No imagina, como yo, cosas que ocurrirán cuando mi imaginación no exista.

El sol agoniza y, al igual que yo, se niega a morir.

Vastos estertores rojizos, turquesa y violeta inundan mi aposento.

La vida se despide de mí con todas sus galas

Y no sé si considerarlo un tributo o una burla…

Tú y yo

Tú te columpiabas en un rayo de luna,

Yo quemaba mis manos atrapando relámpagos

para ascender sobre esta tierra mezquina.

Tú subías por escalas de estrellas,

yo descendía a las rocosas grutas de mi alma

para ocultarme del mundo.

Tú eras sueño, quimera, sutil extravío

yo era realidad, yunque y orgullo.

¿Cómo íbamos a cumplir nuestro destino de ser uno?

Hoy la vida nos acercó demasiado tarde,

Solo nos queda esperar otra vida más piadosa,

En la que el desencuentro no exista

Y no haya destinos inacabados.

Día roto

Se me ha roto este día

Miro sus fragmentos como cristales

Como espejos que reflejan instantes detenidos

Una estrella alargada, como un cometa

Amenaza a una luna redonda y amarilla,

Siniestra y hermosa a la vez.

Un tímido arco iris, apenas esbozado

Se dibuja frente a un arrebol en forma de bóveda.

Rostros, todos los rostros que vi hoy,

Todos los momentos, divididos hasta el infinito

Se asoman en los espejos.

Tú estás perdida en esos fragmentos,

Y no puedo recomponer el preciso instante

En que me dijiste: te amo, adiós.

Dos cristales que se niegan a unirse

Y se negarán eternamente.