Bueno, ahí va otro poema, el de un Paseo Nocturno. Parece que bajo la lluvia, de noche, la mente trabaja de otra manera. Y más si vas solo. Se produce como una relajación de todo que de algún modo te conecta, ¡oh rara vez!, con el mundo. Es una poesía del presente, en realidad. Éste es otro de los poemas de mi primer libro de poesías en catalán, 4 Patis, que más que traducir he remasterizado para publicar aquí en castellano, en un ejercicio bastante divertido sino pretendes ser literal y juegas, como un niño lo haría, con el lenguaje.
Paseo Nocturno
Vestido con aguas de noche, vuelvo a casa. No más que una aguja, constante baja la lluvia. Quietud, toda la avenida, la noche es la llanura de los labios de la luna, sin mi voz llega el latido de los árboles dormidos. Avanzo en la ansiedad, charcos con memoria pintarrajeados con preguntas.
Medianoche sin hombres, medianoche sin dioses. Quisiera entender pero sé que me alejo de la piedra. Me espera una esposa me espera una hija desordenando la larga trenza de los días. Atrás, impacientes muchas muertes esperan cada una con un ramo de color cansancio que no se dice.
Siento el beso del cielo subiendo por la avenida, canto despacio a la lluvia. Lo que sé es poco y poco me dice, lo que creo que es me enturbia la vista. Leve como esta lluvia las uñas del aire me perfilan. Dame, dame un nuevo rostro esta noche, con harapos de plata vuelvo a casa.
I.K, marzo 2014.
Poema Nocturno, by Igor K.