LA HIERBA
No es la guadaña la que muerde a la hierba
es la hierba la que al final
devora a la guadaña convirtiéndola en una hoja finísima sin acero
-anestesiada hasta el óxido
duerme luego
en la hierba crecida.
Sitio Web de la Imagen
Soñé bastante tiempo
que viajaba entre beduinos
caminábams de la mañana a la mañana
de la noche a la noche
los espejismos nos rodeaban
de rezar a algún dios
era al grano de arena
el que pone los desiertos en movimiento.
Lennard Sjögren. Poesía Nórdica. Ediciones de la Torre, 1999.
Traducción de Francisco J. Uriz.