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UN POEMA DE CABALLOS
Tus amigos afirman. Sus miradas son como chozasen las que alguien abandonó sus herramientas.Quizá ya has empezado a morir.Alguien tropieza contra ti y echa raíces,un matojo retaco, desinteresado.
Así que trabajas hasta tarde en la oficinamientras un mozo pasa la aspiradora.
Adelantas en el papel vacío.Pasas el benigno guiño blanco.Encuentras los pantalones oscuros de tu padre,las horquillas de tu madre,los tomas en tus manos,
mientras las cárceles se cierran en Santiagoy las heridas del caballoson lugar común. Brillan en la lluviafuera de la cárcel y no dicen nada.
Era 1946, la guerra había pasado.Tu padre colgó sus pantalones en la cama.Tu madre se desnudó y sacudió el cabello.Se acercaron. Mientras tú comenzabasle vendaron los ojos al caballo y lo llevaron más lejospor el risco mientras las sombrasse ponían sus guantes uno a uno y se alejabany lo dejaban solo.
Larry Levis.
Varios Autores. Nuevas voces de Norteamérica. Plaza & Janés Editores, 1981. Traducción de Clarible Alegría y D. J. Flakoll.