ASOMA, FILIS, SOÑOLIENTO EL DÍA
Asoma, Filis, soñoliento el día
y llueve sin cesar; en los cercanos
valladares, al pie de los bananos,
mi grey se escuda de la niebla fría.
Las vacas a sus hijos con porfía
llaman de los corrales, en pantanos
convertidos, y ruedan en los llanos
pardas las nubes, y en la selva umbría
oye... se arrastran sobre el techo herboso
los tiernos sauces con extraño brío
al mecerlos el viento vagoroso
que, trayendo oleadas de rocío,
por las rendijas entra querelloso:
prende el fogón, amiga, tengo frío.
***
Entrada núm. 2976elblogdeharendt@gmail.comLa verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)