Revista Ciencia

Poetas, Escritores y Sierra de Guadarrama III (Neoclasicismo y Romanticismo)

Por Rafasc

"El barroco entra en decadencia a finales del siglo XVII, por un lado se le agotan los recursos, y por otro aparece una nueva corriente que intenta combatir los excesos de ese movimiento; un claro ejemplo es la desaparición de la picaresca en las nuevas obras literarias. Este nuevo estilo llega a considerar vulgares, grotescas e incluso insultantes y de mal gusto a la mayoría de las obras de corte barroco. Se impone una nueva literatura, más refinada, y menos chabacana. Reflejo de esto, es la aparición de la Academia de la Arcadia en Roma, con importante papel en el establecimiento del neoclasicismo. Y esta nueva corriente literaria, no se olvidará de la Sierra de Guadarrama."

Diego de Torres Villarroel (Salamanca 1693?/94-Salamanca1770), autor a caballo entre el Barroco y la Ilustración, sin que la crítica literaria le encuadre claramente en ninguno de los dos periodos. Este polifacético personaje, que además de escritor curso medicina y ganó la oposición a la cátedra de matemáticas de la Universidad de Salamanca, y que llegó a ser desterrado, y finalmente ordenado sacerdote, se define él mismo en la Introducción del libro "Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras", de la siguiente manera:

"...Yo soy un mal hombre: pero mis diabluras, ó por comunes, ó por freqüentes, ni me han hecho abominable, ni exquisitamente reprehensible. Peco como muchos, emboscado y hundido, con miedo y con vergüenza de los que me atisban. Mirando á mi conciencia soy facineroso; mirando á los testigos soy regular, pasadero y tolerable. Soy pecador solapado y delinqüente obscuro, de modo que se sospeche , y no se jure. Tal qual vez soy bueno; pero no por esto dexo de ser malo....A mi parecer soy medianamente loco, algo libre, y un poco burlón; un mucho holgazán, un si es no es presumido, y un perdulario incorregible: porque siempre he conservado un aborrecimiento espantoso á los intereses, honras, aplausos, pretensiones, puestos, ceremonias y zalamerías del mundo..."

La relación de Villarroel con la Sierra de Guadarrama aparece en un escrito de Constancio Bernaldo de Quirós publicado en el periódico La Nación, en diciembre de 1944, durante el exilio de este en la República Dominicana; pero lo mejor es recurrir a la obra "Vida, ascendencia..." de Don Diego, y leer el suceso que le ocurrió, a él y a su criado, en las inmediaciones del Puerto de Guadarrama, en el trayecto que hacía de Madrid a Ávila, donde cuenta como tras perder el camino (calzada real) cayó en una trampa para lobos y lo que aconteció después:

"...Yo he rodado mucha parte de Francia , todo Portugal, lo mas de España , y cada mes paso los Puertos de Guadarrama y la Fonfria, y hasta ahora no he tropezado un ladron.....Subieron á ser males penosos todas estas indisposiciones desde el dia veinte de Enero del año de treinta y dos, que pasé á las inclementes injurias del ayre y la nieve en el puerto de Guadarrama en los montes que tiene el Conde de Santistevan entre las Navas y Valdemaqueda..."

En 1772 se comienza a publicar "Viage de España", una obra realizada por el historiador, académico de la Historia y secretario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Ponz (Castellón 1725-Madrid 1792). La obra, encargo de Campomanes, constará de dieciocho tomos (el último completado tras su muerte por su sobrino, y publicado en 1794), en los que el autor describe el patrimonio artístico y arquitectónico que va encontrando a su paso, además de las realidades sociales de pueblos y ciudades, y dejando constancia de los paisajes que recorría. Y como no, en este viaje no podía dejar de citar a la Sierra de Guadarrama. Así, en el Tomo II de su obra, encontramos en la Carta I.12 lo siguiente:

"12. Una de estas Casas está inmediata al Lugar de Galapagar; y desde el frente de ella sigue otro ramo de camino nuevo hasta Guadarrama, donde se une con el de aquel Puerto, que mandó construir el señor Rey D. Fernando VI."

En la Carta VI.6 describe la Lonja del Monasterio del Escorial y dice:

"...Todas estas Casas, y otras grandes habitaciones para Caballerizas, Quarteles de Guardias, &c, tienen su situación al Norte del Escorial en la falda del alto monte llamado Colgamures. Entre este, y otro llamado el Puerto de Peguerinos baxa un arroyo de mucha comodidad para el Sitio..."

En el Tomo X, Carta IV.2 va describiendo su paso por el Valle del Lozoya, con múltiples referencias a sus pueblos; pero vamos a detenernos en la descripción que hace en el trayecto de Buitrago al Paular donde escribe:

"...En la distancia de Lozoya al Paular, que es de dos leguas, se pasa por los Lugares llamados Pinilla de Lozoya, Alameda, Oteruelo y Rascafría; parecidos todos en su frondosidad de algunas alamedas, frutales, prados, verdor, y frescura..."

Prosigue en el apartado 3 de la misma Carta diciendo:

"...El célebre Monasterio de Santa María del Paular, que tiene la misma posición, respecto al río, se encuentra hacia el fin del Valle del Lozoya, muy cercano al expresado Lugar de Rascafria, entre los mas altos montes de Segovia, y al pie del que en otro tiempo se llamó Liruela, hoy Peñalara..."

En la Carta VIII.1 describe:

"...Las sierras que se han nombrado de Peñalara, Fuenfria, &c. son parte de los montes Carpetanos, y á una legua, con poca diferencia, distante de sus faldas, es donde está puesta Segovia, sobre la expresada roca, entre dos profundos valles..."

Leyendo a Ponz he de reconocer el desconocimiento del antiguo topónimo Liruela referido a Peñalara.

Nicolás Fernández de Moratín (Madrid 1737-Madrid 1780), hijo del jefe de guardajoyas de la reina Isabel de Farnesio, residió en San Ildefonso con esta y su hijo el infante don Luis tras la muerte del rey Felipe V; cursó filosofía y se graduó en leyes, nombrándole la reina ayuda de guardajoyas y regresando a Madrid a la muerte de Fernando VI, donde la reina ejerce de gobernadora. La influencia de la corte borbónica, le hace ser crítico con los últimos coletazos del barroco, y en 1765 publica el poema "La Diana, o el arte de la caza", donde se aprecia el claro cambio de estilo de la ilustración con las nuevas tendencias al neoclasicismo.

Este poema dedicado al infante don Luis Jaime de Borbón, contiene numerosas citas a la Sierra de Guadarrama, influenciado posiblemente por su larga residencia en San Ildefonso, y la afición de la corte a las cacerías en ese entorno. Así, en el Canto I "Antiguedad, origen, y excelencias de la Caza", Moratín nos cuenta:

"Mas si estas partes de naturaleza

Al humano indagar no se consiente,

Me agrade , y Aranjuez el floreciente,

Caudaloso tal vez con llanto mió."

En el Canto II "Peligros de la caza", vuelve a nombrar el río Eresma:

"Son los Potros del Betis generosos,

Debajo de sus píes los campos truenan:

Con agudos relinchos sonoros

Los establos de Cordova resuenan:

Igual es de Aranjuez la casta mesma,

Los tuyos beben del nevado Eresma."

Y hace la primera referencia a Peñalara:


"Trepan estimuladas de la ardiente
Indómita luxuria al encumbrado
Peñalara, y al soplo de Poniente, Sin otro algún consorte han engendrado
Potro veloz , que al viento ha de igualarse:
Cosa por cierto estraña de contarse!"

En el Canto III "Cura de los Caballos" encontramos la Fuenfría:

"Caerán calladas aguas en vellones De blanca nieve, la áspera Hasta los pinos del dañoso
Fuenfria
Tendrá en sus ventisqueros cien montones:
Ningún precepto mande que aquel dia
Suba por el camino alto , y cubierto
Puerto."

En el Canto V "La Caza de las fieras, y su Naturaleza" nombra de nuevo a Peñalara, pero esta vez con un topónimo nada conocido; así como a la laguna grande, al recién nacido Lozoya, y a los vecinos Siete Picos:

"Hay en la España Citerior un Y hoy Sobre Olimpo , este risco "Reviertese , formando Baxa precipitándose el El Lobo en Monte,
Canato los antiguos le llamaron,
Peñalara : si el feroz Tiphonte
Quando el Pelion, y el Osa colocaron
Carpentano
Pone, tocara el Cielo con la mano."
"Baxo una peña concaba pendiente
Se vé grutesca bobeda escabada
Contra el rayo estival del Sol ardiente:
De Náyades , y Nimphas es morada,
Y en larga vena ofrece christal frío
Por cauce interno oculto manantío."
De agua dulce, y de allí como en tramoya
A probar de otros rios la fortuna
gran laguna Y botalete es yá petrificada
La nieve de mil siglos congelada."
"En la ribera del Meandro cana
Lozoya, Está el Ciervo veloz amedrentado
Del latir de los Perros de Diana:
Y á vista á veces del Pastor atento
LXX Lleva la res, ganado el sotavento." Siete-picos se ha alvergado,

Flvmisbo Thermodonciaco, seudónimo que utilizaba don Nicolás entre los Arcades de Roma, nos dejó otra referencia a la Sierra en la colección Anacreontica de poemas, en "A Dorisa, exhortándola al estudio de la poesía":

Que estos versos perezcan..."

Y termino con otra cita a cumbres emblemáticas, en el poema "A un amigo, desde San Ildefonso" de la serie Romances Heróicos:

"...En este inculto valle,

El Chorro, Peñalara y Siete-picos..."

Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón 1744-Vega 1811), estudió leyes y fue durante algo más de siete meses ministro de Godoy, siendo apresado en marzo de 1801 y encarcelado en la Cartuja de Valdemuza y posteriormente trasladado al castillo de Bellver, debido a las reformas que pretendía realizar (entre ellas las de la Inquisición), y ante las falsas afirmaciones de herejía. Tras siete años de cautiverio, sale en libertad en los inicios de la invasión napoleónica, y posteriormente renuncia a formar parte del gobierno de José Bonaparte. Estudioso infatigable de las bellas artes, arquitectura, e incluso de las diversas industrias y oficios, en política intenta poner remedio a los problemas económicos, pedagógicos, jurídicos y políticos, que a su entender corrompían el país; fue miembro de la Academia de la Historia, de la de Nobles Artes de San Feranando, nombrado académico supernumerario por la Academia Española, y llegando a fundar y promover el Real Instituto Asturiano. Bajo los conceptos y fundamentos de la Ilustración, no renuncia a las tradiciones españolas, abriendo una fuerte brecha con los favorables a la invasión francesa. En su obra literaria quedan reflejadas las nuevas corrientes neoclásicas, así como un nuevo sentimentalismo y sensibilidad encaminados al futuro movimiento romántico (de ahí que algunos estudiosos le califiquen como escritor neoclásico y preromántico).

Esa sensibilidad le hizo mirar hacia la naturaleza, y en la epistola a "Eymar", Jovellanos se fija en el río Manzanares:

"...que te acompañe, en fin , hasta que pueda del pobre y respetado del claro
besar contigo la imperial corriente
Manzanares..." .....................................................
"...Eymar , y nuestros pasos á mas dulces
objetos dirijamos, también dignos
de tu especulación. Amables ninfas
salidnos al encuentro , y por un rato
permitidnos llegar á vuestros coros..." Manzanares, salid prontas,

Ejerciendo su cargo de Alcalde de Casa y Corte, debe trasladarse Jovellanos a la Cartuja del Paular a investigar e instruir un robo que se había producido en ella; desde su retiro obligado el poeta escribe una carta a Mariano Colon, duque de Veraguas (Anfriso), donde se percibe la tristeza que le invade. En esta Epístola de "Fabio a Anfriso", el poeta hace una descripción del Valle del Lozoya donde se aprecia la nueva corriente neoclasica con aires románticos, de esta época ilustrada. En el poema podemos leer:

"...Salud le envia á Anfriso, al que inspirado precipitar del viejo de las vecinas rocas, el
de las mantuanas musas, tal vez suele
al grave son de su celeste canto
el curso perezoso ; tal suave Manzanares
suele ablandar con amorosa lira
la altiva condición de sus zagalas..."
...............................................
"...Rodeado de frondosos y altos montes
se estiende un valle , que de mil delicias
con sabia mano ornó naturaleza.
Pártele en dos mitades , despeñado
por su pesca famoso, y dulces aguas.
Del claro rio sobre el verde márgen
crecen frondosos álamos , que al cielo
ya erguidos alzan las plateadas copas,
ó ya sobre las aguas encorvados, Lozoya,
en mil figuras miran con asombro
su forma en los cristales retratada.
De la siniestra orilla un bosque umbrío
hasta la falda del vecino monte
se estiende; tan ameno y delicioso ,
que le hubiera juzgado el gentilismo
morada de algún dios , ó á los misterios
de las silvanas Dríadas guardado..."

Gabriel García Tassara (Sevilla 1817-Madrid 1875), estudió filosofía, humanidades y leyes en Sevilla; sobre 1839 se trasladó a Madrid retomando sus estudios en leyes sin terminarlos; en la capital se inició en el periodismo llegando a escribir en periódicos como El Heraldo o El Sol (de este fue cofundador), y alternando en ellos escritos políticos y poemas. Es elegido diputado en 1846, y en 1856 fue nombrado ministro plenipotenciario (embajador) en EEUU, cargo que ocupo diez años, regresa a España tras ser destituido, y en 1869 se desplaza a Londres como embajador. A su regreso volvió a dedicarse a la poesía con marcadas tendencias románticas, siendo la religión y la política los temas principales de la obra de Tassara, y dedicando buena parte de sus poemas a los sentimientos hacia la naturaleza.

Los románticos no se inspiraron en la Sierra, sin embargo Tassara fue la excepción y nos dejó un elegante soneto dedicado a Guadarrama:

"Cumbres de Guadarrama y de Fuenfría,
Columnas de la tierra castellana,
Que, por las nieves y los hielos, cana,
La frente alzáis con altivez sombría:
Campos desnudos como el alma mía,
Que ni la flor ni el árbol engalana:
Ceñudos al nacer de la mañana,
Ceñudos al morir de breve día:
Al fin os vuelvo a ver tras larga era:
Os vuelvo a ver con el latido interno
Del patrio amor que vivo persevera.
Para mí y para vos llegó el invierno:
Para vos tornará la primavera,
Mas mi invierno ¡ay de mí! será ya eterno."

BIBLIOGRAFÍA

"Historia de la Literatura Española", José García López. ed. Vicens-Vives.

"Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del Doctor Don Diego de Torres Villarroel" (escrita por el mismo). Madrid 1789 (Archivo Biblioteca Nacional).

"Viage de España, o Cartas en que se da noticia de las cosas mas apreciables y dignas de saberse, que hay en ella", Antonio Ponz. Tomo II, 1ª ed. Madrid 1773; Tomo X, Madrid 1781. (Archivos de la Biblioteca Digital de Castilla y León; y Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico, Biblioteca Valenciana).

"La Diana, o Arte de la Caza", Nicolás Fernández de Moratín. Madrid 1765 (Archivo Biblioteca Nacional).

"Obras de Don Nicolás y de don Leandro Fernández de Moratín", Biblioteca de Autores Españoles Tomo II. Madrid 1846 (Archivo University of Michigan Library).

"Obras del excelentísimo señor D. Gaspar Melchor de Jovellanos", Venceslao de Linares y Pacheco. Tomo I, Barcelona 1839; Tomo VIII, Barcelona 1840 (Archivo Biblioteca Nacional).

"Corona Poética en honor del esclarecido poeta D. Gabriel García Tassara". Sevilla 1878 (Archivo Biblioteca Universitaria de Granada).

"Una pluma en el exilio" (los artículos publicados por Constancio Bernaldo de Quirós en la República Dominicana), compilados por Constancio B. de Quirós. Archivo General de la Nación, volumen LXXXIX. Santo Domingo 2009.

"Geografía Literaria de la Provincia de Madrid", José Fradejas Lebrero 2ª edición 1992. Ed Instituto de Estudios Madrileños CSIC.

"Excursión Literaria por la Provincia de Madrid" capítulo IV, Sierra de Guadarrama, por Ricardo Valladares Roldán. Revista Cisneros nº 46 de 1972 y nº 47 de 1973 (Biblioteca virtual de Madrid).

"Por la Sierra de Guadarrama", Cayetano Enríquez de Salamanca. Madrid 1981, Ed Aro Artes Gráficas S.A.

© Texto de Rafael Rodríguez


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