El último título de Roman Polanski podría estar entre las mejores películas del año (o de la década), a pesar de que en los Oscars pasase sin pena ni gloria y de que a su director no haya forma de encauzarle entre el selecto grupo de cineastas comerciales. Ni falta que hace y nosotros que los disfrutamos. ‘Un dios salvaje’ es una oda a la introspección humana pero sin fetichismos formales excéntricos. Guión sobresaliente e interpretaciones geniales. No hace falta más.
Como viene siendo habitual en el cine de Polanski, la trama nos capturará, pero no por el interés que nos invade viéndola (que también), sino porque físicamente sentiremos la claustrofobia de sus ambientes enrarecidos y la de sus protagonistas capturados en situaciones límite. Ya sea un zulo durante la ocupación nazi (Adrien Brody pasaba de cárcel a cárcel, espirituales y físicas durante ‘El pianista’) o en la aparente libertad de una casa majestuosa y una isla tranquila (los barrotes de Evan McGregor en ‘El escritor’ eran más psicológicos que reales).
En su último trabajo, lleva la opresión formal de su obra un escalón más arriba y nos encarcela en una prisión de cotidianidad y convencionalismos culturales, dentro de una casa, apenas un salón y un pasillo, durante hora y media, pero no se nota, no lo sufres. Si te comprimes como los personajes, pero lo disfrutas, porque la genial adaptación de la obra teatral de Yasmina Reza te permite introducirte como un diminuto vouyeur en el universo de la racional naturaleza humana en estado puro, en sus confrontaciones más básicas extrapoladas a todos los quebraderos de cabeza de la población resumidos en una reunión entre padres, que tratan de poner orden en la mala relación de sus hijos.
Dos críos que se pelean en un parque, uno que agrede a otro “armado” con un palo. Punto de partida para que incluso una simple palabra sea motivo de disputa. Cómo van a llevarse bien los niños si ni siquiera los adultos sabemos comportarnos como es debido. Y como es debido? Qué es ético y qué no lo es?
A partir de esta sencilla premisa, Polanski nos ofrece un repertorio de buenos diálogos, calculados planos para que la atmósfera no se encoja demasiado pero para que sintamos lo que es estar encerrado (como él), en un espacio reducido, sea físico o social.
Pero si me permitís, me quedo con los dos detalles, que más me han gustado durante el visionado. Directo al grano. Qué grande es Christopher Waltz!! Porque sin él, seguramente esta película no sería tan cómica, tan incisiva, tan odiosamente buena. Él y su móvil, son un reflejo simpático pero insidioso y frustrante, de lo que realmente es nuestra sociedad moderna. Y al que no le guste, que no mire.
El otro aspecto que destaco es el elenco femenino (que no se enfade con nosotros John C. Reilly, que hace un trabajo estupendo), porque nos reconcilia con el cromosoma XX del cine. Hace tiempo que mantengo la teoría de que, o no hay buenas actrices o no se escriben buenos papeles para actrices. No es una defensa de Greta Garbo ni de que todo cine femenino pasado fue mucho mejor, pero salvo raras excepciones (y que nadie mencione a Meryl Streep o Gleen Close, que les muerdo un ojo por la obviedad) y casos contados, al cine actual le faltan buenas actrices de forma y estilo. Y ya hablamos de 3 o 4 generaciones de féminas, así que, algo huele a podrido en Dinamarca…
Volviendo al asunto, que me voy por los senos cerros de Úbeda, Jodie Foster y especialmente Kate Winslet nos regalan dos actuaciones para enmarcar. Para disfrutar desde el punto dramático hasta el irreverente lado cómico que desbordan. De 10. Hoygan!
Película: Un dios salvaja
Dirección: Roman Polanski Guión: Roman Polanski y Yasmina Reza; basado en la obra teatral homónima de Yasmina Reza.
País: Francia, Alemania, Polonia y España Año: 2011
Duración: 79 min Género: Comedia negra
Interpretación: Jodie Foster (Penelope Longstreet), Kate Winslet (Nancy Cowan), Christoph Waltz (Alan Cowan), John C. Reilly (Michael Longstreet), Elvis Polanski (Zachary), Eliot Berger (Ethan)
Producción: Saïd Ben Saïd
Música: Alexandre Desplat Fotografía: Pawel Edelman
Distribuidora: Alta Classics
Estreno en España: 18 noviembre 2011