En segundo lugar, el propio título del post. Durante los años dorados de
Polaroid, los nuevos productos eran esperados por los consumidores de la misma forma en que lo son hoy en día los de la marca de la manzana. Pero no sólo eso, el hombre que lo hizo posible, el alma de Polaroid: Edwin H. Land tenía muchos puntos en común con Steve Jobs. Considerado como un gran visionario, Land era también un incansable investigador.—Yo podía ver cómo sería la cámara Polaroid. Era tan real como si estuviese ahí sobre la mesa, frente a mí, antes incluso de haber construido una sola.
— ¡Sí! —respondió Jobs entusiasmado—. Esa es exactamente la forma en que yo vi el Macintosh.
Ahora, muchos años después, algunos analistas están dándole la vuelta al título del post, convirtiéndolo en: Apple, la Polaroid de nuestros días. Uno de ellos es Christopher Bonanos, autor del libro: “Instant: The Story of Polaroid” aparecido a finales de 2012.
Y en tercer lugar (last but not least) se da la circunstancia de que un servidor trabajó durante 10 años en la filial española de Polaroid. Y ya se sabe que la cabra tira al monte.
Ahora, después de explicar prolijamente las razones, vamos con lo que de verdad importa: La Historia de Polaroid.
Todo empieza en 1927, cuando Edwin, después de haber cursado el primer año de química en la Universidad de Harvard, decide mandarlo todo al carajo y comunica a sus padres que con un año tiene suficiente. Sin darles tiempo a recuperarse del soponcio, abandona la universidad y se traslada a Nueva York para seguir investigando, por su cuenta, en la polarización de la luz. Dos años más tarde, en 1929, registra la patente del primer polarizador sintético. Será, precisamente, la fabricación y comercialización de filtros polarizadores la que dará lugar a la creación de la Polaroid Corporation, en 1937.
Lamento chafaros a los que pensabais que el cine en 3D se inventó poco antes del estreno de Avatar, con el único fin de cobrar dos pavos más por la entrada. Nada de eso. De hecho, los cristales de las gafitas que hay que ponerse llevan un tipo de filtros polarizadores.
Pero fue algo antes de que la Guerra terminase, durante las navidades de 1943, cuando se produjo un hecho transcendental que vendría a cambiar radicalmente la historia de Polaroid:
Edwin Land salió a dar un paseo con su hija Jennifer, de tres años de edad. (Continuará...)
Hasta pronto.