Polémica sobre el parto en casa

El reciente fallecimiento de Caroline Lowell tras parir en casa a su segunda hija, ha reabierto un debate que a mi ya me está empezando a resultar cansino, por tendencioso y por absurdo. Ya son demasiadas las veces que he leído o escuchado que parir en casa es una locura, una inconsciencia, una irresponsabilidad.
Personalmente, nunca he ocultado que a mi me hubiera encantado parir en casa, pero por mis circunstancias, no pudo ser. Y me duele y me molesta que me consideren loca o irresponsable, porque era un decisión meditada, estudiada y consensuada con mi pareja, una decisión a la que dedicamos muchas horas de lectura, información y debate. En nuestro caso concreto no era la mejor opción y por eso finalmente decidimos ir al hospital (aunque tampoco nos resultó muy bien )pero hay otros, la gran mayoría, en los que parir en casa es perfectamente seguro.
Desde mi punto de vista, el parto en casa es una opción válida y segura (hablo de la mayoría de los casos en todo momento, por supuesto que hay excepciones) por muchos factores:

Un parto no es una enfermedad y como tal no es necesario que transcurra en un hospital. Que hay riesgos, sí, claro. Pero es que parir en casa no es parir sin asistencia. En los partos en casa, hay personal altamente capacitado y especializado que puede atender un parto normal y derivar a un hospital si en un momento dado surge una urgencia. Además, llevan un equipo suficiente para atender las incidencias más habituales.
Cualquiera que sepa un poco de fisiología femenina, sabe que como mejor transcurre un parto es en la intimidad, con mínima luz, mínimo ruido y sin sentirse observado. Igual que es muy difícil tener u orgasmo (o hasta cagar, si me apuras), con público, es muy complicado parir en las condiciones hospitalarias habituales. Una mujer que esté en un ambiente íntimo, tranquilo, caldeado, con poca luz, sin tener que preocuparse por nada ni por nadie, normalmente parirá por sí misma, sin ningún tipo de problema. Un traslado al hospital en medio del parto, puede parar el parto, esto es un hecho. ¿Por qué ocurre esto? Porque la mujer desconecta de su parto y vuelve a conectar su cerebro racional, no se siente segura, el parto está determinado por el cerebro mamífero, todos sabemos lo difícil que es dejarse llevar cuando tienes que estar pendiente del entorno (lo cual sin duda ocurre en un hospital, cuando hay luces fuertes, te hablan, te mueven, te conectan cosas)
Una mujer que ha decidido parir en casa normalmente tiene las cosas muy claras, ha estudiado y leído mucho, se ha preparado a conciencia, cuenta con un equipo de su confianza para atenderla, tiene confianza y seguridad en sí misma. En estas circunstancias, es muy fácil parir.
Los partos en casa solo se dan en determinadas condiciones. Si hay factores de riesgo a priori, la mujer es la primera que no va a parir en casa, además de que no encontrará un equipo que la atienda.
Si queréis saber más, aquí os dejo un par de enlaces:

Una completísima entrada de Bebéagogó
En inglés, comparativa sobre el parto en casa y el parto hospitalario, estudio MacMaster, de Canadá

No voy a hablar de las ventajas de un parto hospitalario, porque parece que todo el mundo las tiene muy claras. Pero sí de algunos inconvenientes (repito, estoy generalizando, obviamente no siempre es así). Lo que era una ventaja en el parto en casa, es un inconveniente aqui: falta de intimidad. Entran y salen profesionales que la mayoría de las veces ni se presentan, te hablan, te mueven , te dicen que te van a colocar cosas (vías, monitores, etc). Además, en el hospital se da una peligrosa infantilización: deberían fomentar que las mujeres entreguen planes de parto con sus preferencias, pero en lugar de eso, en el peor de los casos, los rechazan y quedas señalada. Una mujer adulta y en pleno uso de sus capacidades mentales, debe poder decidir sobre los procedimientos que quiere o no que se le apliquen, y esto no lo digo yo, lo dice el Ministerio de Sanidad y hasta la OMS. He leído estos días, con incredulidad y cierta angustia, a ciertas madres que dicen que se ponen en manos de los médicos, que son los que saben, su parto, que hagan lo que consideren y se desentienden. Y aún a riesgo de levantar ampollas, tengo que decir que esto sí que me parece una actitud irresponsable. Porque efectivamente, el médico es el que sabe, pero tiene la obligación de explicarte y tú como madre el derecho de conocer las opciones disponibles, en qué consiste cada una de ellas, los riesgos y beneficios y la potestad de decidir. Esto es como decir "que voten los que saben, porque yo no sé, no he estudiado política". Es lo mismo y hasta peor, porque lo que tú decidas influye en la manera en que va a llegar tu hijo al mundo.
Además, los médicos no siempre hacen lo que es mejor para la madre y el bebé. Solo voy a poner un ejemplo, muy muy claro y que además me toca personalmente: está científicamente demostrado y admitido cada vez por más pediatras, lo fundamental que es el contacto piel con piel con bebés prematuros, y el que los padres estén con ellos todo el tiempo posible, así como están demostradas las ventajas de la leche materna. Yo no pude acompañar a mi hija durante su ingreso, y nuestra lactancia fue dificultada por "razones de organización del servicio" (básicamente, las enfermeras no se sentían cómodas con los padres todo el día ahí)
Yo deseo que todas las mamás lean, se informen y decidan por sí mismas dónde quieren parir, porque finalmente, el mejor lugar para hacerlo va a ser aquel en que la madre se sienta segura. Si decide en el hospital, que busque el hospital que más se adapte a sus necesidad, que no todos son iguales. Y si decide en casa, que busque las mejores condiciones y el mejor equipo para parir.
Pero lo que sobre todo deseo, es que dejen de hacerse esas feroces críticas (que suelen venir, curiosamente, de las madres que deciden parir en el hospital) y se respete la opción de otras familias, teniendo presente, que, sea cual sea la decisión que se tome, todas las madres buscan lo mismo: el mejor nacimiento posible para su hijo.