El pasado fin de semana, en la Feria de Sevilla, Morante de la Puebla indignó a las redes sociales tras un gesto con el toro con el que estaba lidiando. Ante el animal moribundo, el diestro sacó un pañuelo e intentó secarle las lágrimas antes de acabar con su vida. El toro, cuyo cuerpo estaba atestado por banderillas, lloraba del dolor en mitad de la plaza y apenas se sostenía en pie cuando, manso y erguido ante su ejecutor, contempló cómo Morante de la Puebla, un torero de Vox, sacaba un pañuelo del bolsillo para limpiar las lágrimas de dolor del morlaco.
El cuestionado gesto del torero que iba a matar en la plaza dio la vuelta al país. Unos, se conmocionaron; otros, se indignaron por el cinismo extremo del torero, teniendo una interpretación distinta... Algunos lo consideraron un gesto “valiente” y “piadoso”; otros, en cambio, lo vieron como “sádico”, “hipócrita”, “psicópata” o “perverso”.Con las heridas producidas por las banderillas y a la espera de la estocada final, el animal, del que los pro-taurinos y amantes del toreo dicen que no sufre, estaba llorando de dolor y algunos creen que incluso preveía su muerte. Pero se trataba de un gesto, interesado y “demagógico”, a juzgar por el experto taurino, Emilio Martínez. “Es posible que Morante, que es y apoya a Vox, supiera que el gesto le iba a dar publicidad. Como matador de toros, lo que debe hacer es eso, torear -cosa que lleva a cabo, como en sus tiempos Curro Romero, en escasas ocasiones y con toros muy a su gusto y de escaso trapío, y que lleva años sin dar la cara en la cátedra de Madrid, donde, a diferencia con 'su' Sevilla, sale el toro/toro; todo ello, sin negarle que cuando lo hace, es el único del escalafón con magia y cante hondo en capote y muleta- y finalmente matar al toro”. En definitiva, Emilio Martínez considera que, “al margen de las opiniones e insultos habituales de los antitaurinos, Morante es merecedor de una bronca, como tantas veces en su carrera”.Por el contrario, Silvia Barquero, líder del Pacma, el partido que más hace en nuestro país por abolir la tauromaquia, escribió en su Twitter: “Solo una mente retorcida y perversa sería capaz de torturar a un animal hasta que la sangre le chorree por las patas y limpiar con un pañuelito una brizna de su cara. El torero disimula mal su espeluznante carencia de empatía”. Otras críticas nos recuerdan que el gesto de Morante es el de “un psicópata y el de un sádico enfermizo” (PabloMN), el de un “sinvegüenza que cree que eso les hace grandes” (@Ivanzinmg), o el de “quienes se podrían clavar cuchillos ellos mismos si les parece artístico”.(@gerardotc). “Para que luego digan que los toreros no tienen sentimientos -añade @ElPPriano-, aquí tenéis al torero Morante de la Puebla, secando las lágrimas a un toro emocionado.