Policeman

Publicado el 14 abril 2012 por María Bertoni

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Especial. Cobertura BAFICI 2012
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Con Policeman, Nadav Lapid ofrece un fresco crítico de Israel a partir de dos historias que terminan cruzándose: el policía de elite Yaron protagoniza la primera, cuatro jóvenes con aspiraciones revolucionarias protagonizan la segunda. La coincidencia entre ambas cierra esta suerte de ensayo sobre la violencia en ese país de Medio Oriente, más allá del conflicto con el mundo árabe (que por supuesto aparece, aunque en un segundo plano).

El film tiene sus méritos técnicos indiscutibles (fotografía de calidad, buena actuaciones) pero quizás adolece de cierta capacidad de síntesis que por momentos le quita contundencia a la tesis propuesta. Algunos espectadores incluso nos preguntamos si no hubiera sido mejor que Lapid se concentrara en un solo relato (preferentemente aquél que gira en torno a Yaron; el segundo parece demasiado inspirado en Los edukadores).

Mientras dura la proyección de Policeman, cuesta no pensar en la reciente decisión de las autoridades israelíes de nombrar persona non grata el escritor alemán Günter Grass. Por lo pronto, el fresco de Lapid sirve para contextualizar la reacción que la intelectualidad internacional considera desmedida (cuando no absurda y ofensiva) pero que es perfectamente coherente en un Estado incapaz de aceptar la crítica y cuya obsesión por la lucha antiterrorista lo acerca cada vez más al ejercicio de un poder totalitario.