A primera vista, un mecanismo sencillo, pero el acto básico de la reproducción sexual de las plantas es algo sumamente complejo en el que intervienen multitud de condicionantes así como seres vivos. Es más, necesitaríamos algunos "post" extensos dedicados exclusivamente a la fecundación vegetal para poder tener unas ideas generales del proceso, condicionantes y variantes. Toda esta complejidad tiene como único objetivo fundir el núcleo de una célula contenida en el grano de polen con el núcleo del óvulo. Para lograr este escenario es necesario el transporte de los granos de polen desde la antera, en donde se forman, hasta el estigma, la superficie receptora conectada al ovario por el estilo. Al llegar los granos germinan, como sucede con las esporas de los musgos sobre el suelo húmedo, y el tubo producido por cada grano crece hacia abajo del estilo que conecta el estigma con el ovario, hasta alcanzar el óvulo.
Este recorrido es muy improbable. La probabilidad de que un grano de polen alcance el estilo es tan pequeña que deben producirse millones. La inmensa mayoría no alcanzará el estigma y muchos se posarán sobre una especie equivocada. Estos granos por regla general no germinan y aún cuando lo hagan no llega a crecer hacia abajo del estilo. Este crecimiento es un suceso extraordinario, semejante al de un hongo parásito.El polen se forma dentro de las anteras y cada grano es en realidad una espora. Los granos de polen varían mucho en cuanto al tamaño, desde menos de 10 micras en las Borragináceas- nomeolvides, vivoreras y consueldas- hasta casi un centenar de micras en la hierba de San Roberto y Calystegia sepium. Algunas plantas cultivadas, como los melones y calabazas poseen granos todavía más grandes, a menudo de más de 200 micras.Más impresionante es la diferencia de formas; desde los granos esféricos de las gramíneas, hasta los gránulos más o menos triangulares o alargados, y dentro de estos la mas variopinta clase de estructuras ( con “pinchos”, protuberancias, escamas, etc).
En fin... la naturaleza como siempre, infinita; todo un despliegue.
Nos vemos en otra.Ion