Polisse

Publicado el 30 mayo 2012 por María Bertoni

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Especial. Cobertura DerHumALC 2012
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Se supo también anoche… Entre los títulos que compitieron en la sección “Largometrajes” de la 14ª edición del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos, la francesa Polisse fue la favorita del público. Con suerte, el voto de los espectadores terminará de convencer al distribuidor argentino que -en palabras de Fredy Friedlander antes de la proyección que el Cine Club Núcleo auspició ayer- “podría llegar a traer” la película de Maïwenn Le Besco a las salas porteñas.

La obtención del premio del jurado en el Festival de Cannes de 2011 debería ser un antecedente de (mayor) peso para alentar la exhibición de este film sobre una brigada parisina especializada en combatir delitos -sobre todo sexuales- cometidos contra menores de edad. A ésta y otras distinciones, se les suma la intervención de un elenco multiestelar que los cinéfilos francófilos valorarán: Karin Viard (en un papel inusual), Frédéric Pierrot, Sandrine Kiberlain, Louis-Do de Lencquesaing portan los rostros más reconocibles.

La misma directora actúa en esta recreación de la rutina policial mechada con parte de la vida privada de quienes integran el equipo profesional. Maïwenn aborda con destreza todas las aristas imaginables del relato: psicológica, social, laboral, gremial, ética, moral, política (mediante la puesta en escena de una acalorada discusión en torno a la gestión de Nicolas Sarkozy).

La imposibilidad de desconectarse de semejante trabajo (incluso en los momentos de descanso o de reunión familiar), los problemas de convivencia en el espacio laboral, las dificultades a la hora de determinar y respetar los límites entre “abuso” y “ejercicio” de la autoridad, los cuestionamientos internos a las reglas de la institución son algunos de las temas tratados que sugieren la densidad de una propuesta irreductible al género policial tradicional. En realidad, el desempeño de y los conflictos en la brigada son la ventana narrativa por la cual nos asomamos a la problemática del maltrato infantil.

Polisse consigue evitar los discursos pontificadores y sentenciosos así como los estereotipos mediáticos con sus detalles morbosos. En general sugiere; excepcionalmente muestra.

La mesura visual permite aguantar el retrato de una enfermedad social grave, sin diagnóstico preciso ni solución evidente. Es en el juego actoral donde la directora y co-guionista (con Emmanuelle Bercot) deposita toda la fuerza dramática para que este film sea un llamado de atención contundente.