Política argentina sin cambio climático

Publicado el 03 abril 2013 por Fabianscabuzzo @fabianscabuzzo

Hasta ahora suman 33 los muertos a causa de las inundaciones en Buenos Aires, solo 25 en La Plata, a causa de un fenómeno climático extremo. El calentamiento global y la tropicalización  urge obras y planificación en vez de discursos políticos.

(Por Fabián Scabuzzo) La cuestión ecológica fue propiedad de las organizaciones afines y de algunos partidos políticos de minorías, los partidos más grandes incorporan el “relato ambientalista” pero en la gestión poco y nada hacen al respecto.

La falta de políticas están en evidencia en las grandes ciudades, tras una lluvia copiosa se suceden graves inundaciones, en barrios y zonas que nunca antes las habían sufrido. La postal de Buenos Aires bajo el agua se repite cada dos meses y cada vez resulta más dolorosa que la anterior, en la última con 8 muertos “oficiales”, pero viendo las imágenes tan terribles supongo que la cifra es algo mayor. La Plata se suma a la tragedia ya que la tormenta se desplazó a la capital provincial y descargó mucha más agua todavía, el paisaje es desolador, las consecuencias aún no fueron evaluadas, pero ya se habla de 25 muertos. Hay más de un millón de personas afectadas en la zona del diluvio.

Mientras tanto los canales de TV se apropian de la tragedia y muestran en el zapping las mil y una caras de la ciudad anegada, destacando los testimonios más críticos a tal o cual funcionario responsable, por sobre las necesidades y urgencias de la población.

En los últimos 50 años la cantidad de lluvia caída en la ciudad de Buenos Aires aumentó 250 mm. A mitad del siglo XX tenía 1050 mm anuales, en la primera década del siglo XXI se calcula en 1300 mm anuales, es decir un 20 % más de agua y con lluvias más torrenciales.

Técnicamente en la ciudad de Buenos Aires cayeron 180 mm en algunas zonas, en La Plata se dice que el agua caída superó los 310 mm. en pocas horas. Una precipitación es extrema cuando supera los 100 mm en 24 hs, lo que habla de la agudeza de estas lluvias. Estas situaciones extremas se triplicaron en Buenos Aires entre los años 1980 y 2010, y todo indica que la situación sigue empeorando.

Mientras tanto   los canales de TV se apropian de la tragedia y muestran en el zapping las mil y una caras de la ciudad anegada, destacando los testimonios más críticos a tal o cual funcionario responsable, por sobre las necesidades y urgencias de la población. En el caso de Buenos Aires, en medio de los muertos y el dolor de quienes perdieron todo en la inundación, el “pase de facturas” entre kirchneristas y macristas está fuera de lugar, nadie asume siquiera parte de la culpa de lo ocurrido. Los programas oficialistas de la TV Pública se encargan de politizar la tragedia para que la misma favorezca al gobierno nacional. Los diarios críticos hacen lo inverso y castigan al gobierno de Cristina de Kirchner. Al respecto,  estoy escribiendo este artículo poco antes del mediodía del 3 de abril, no ha habido hasta el momento ninguna declaración de la Presidenta de la Nación sobre esta catástrofe.  Y cuando esto pase al olvido tampoco habrá anuncios de las obras necesarias que el país debe asumir para que esto no se reitere.

Hay que rediseñar las ciudades frente a los cambios del clima que vivimos. La tropicalización es evidente. Las temperaturas y la cantidad de lluvias cambiaron. Hay enfermedades, insectos y plantas que no eran de esta zona.  Tenemos que adaptarnos.

Todo debe ser reestructurado para que las lluvias no provoquen inundaciones, es decir desagües y depósitos que evacuen el líquido y a esto hay que sumarle la necesidad de espacios abiertos, con pasto y árboles, que logren absorber el agua en exceso, todo esto lo escucho hace tiempo, nada se ha hecho.

Hay que rediseñar las ciudades frente a los cambios del clima que vivimos.

Es mucho, mucho el dinero necesario para adaptar las ciudades a estos requerimientos. Requiere obras subterráneas y nuevas planificaciones. Y es el estado Nacional el que debe trabajar con gobiernos y municipios en esta tarea ya que es una tarea de coordinación de políticas comunes entre distintos centros urbanos. Las medidas incluyen el uso adecuado de energías y la revisión de las normas de construcción y preservación y ampliación de zonas verdes. Un trabajo arduo.

Lamentamos que, como siempre, nos despierten la conciencia los muertos y las tragedias. Es muy triste que estas situaciones sean los disparadores de cruces políticos. Esperamos soluciones que no sean promesas de tiempos electorales.