Para completar la comedia de despropósitos, otro figurante de la compañía marxista, Cristóbal Montoro, el de la voz de trompetilla, un día anuncia que devolverá parte de la paga extra sisada a los funcionarios en 2012 y, al siguiente, que mantendrá congelados sus sueldos por quinto año consecutivo. Tras la gracieta, hace sonar la trompeta y desaparece raudo de escena, escabulléndose tras la vicepresidenta, que sigue repartiendo huevos duros al personal del cada vez más abarrotado camarote.
Así que, si esto no es de película de los hermanos Marx, que venga nuestro Torrente a investigarlo.