Política ficción

Publicado el 18 noviembre 2011 por Piniella
Dice mi amiga Mariví que ando muy callado en el blog, quizás tenga razón, tiene razón, pero a veces los silencios son más estridentes que el más potente de los gritos. Da miedo todo lo que viene, y gran parte de lo que ha venido. El poder de las cosas importantes no se decide ni mucho menos el 20 de Noviembre, aunque si muchas cosas, muchos matices. Nadie duda que lo que viene será peor que lo que hay. Nadie duda que el PP pondrá, si cabe, la alfombra roja a los mercados para que hagan aún más de lo que ellos desean para seguir, insaciados, devorando todo lo que nuestras generaciones anteriores consiguieron arrancarle: la sanidad pública, la educación universal, una vejez en condiciones,... Pero si miramos las encuestas sabemos de sobra que la derecha con etiqueta, el PP, no subirá muchos votos y que seremos los votantes de izquierda los que dejaremos paso a la formación de los Rajoy, Aguirre y Cospedal, por hastío de los que los han precedido: la abstención de los "rojos" dará paso a los "azules". Aunque los "rojos" sean cada vez menos "rojos",  en fin... Pero el 21 de Noviembre nadie del Partido Socialista, ni a nivel federal, regional o provincial, se rasgará las vestiduras, asumirá la derrota, no de las elecciones sino de sus políticas conservadoras, bastará una escasa subida de lo que avecinaban las predicciones para considerarlo como un éxito. Las futuras derrotas serán derrotas del partido pero ninguno de los diputados que salgan se considerarán derrotados, más bien habrán conseguido el sueño de ser diputados y de las prebendas que ello conlleva (incluído el iPad y el iPhone que ya le tienen preparado). Los militantes, especialmente los que han dado el callo en la campaña, se irán a sus casas sabiendo que esos diputados ni si quiera salieron de unas primarias, más bien de una mesa camilla, la mesa camilla de siempre, donde solo se sientan los "privilegiados" de siempre, porque la democracia ni si quiera llega al interior de las formaciones, es así. Si hacemos política ficción y vemos a través de esa bola de cristal nos encontraremos con el típico "todos han ganado". IU celebrará la subida, vamos si no sube ahora ¿cuándo iban a subir?, pero todos sabremos que ni mucho menos habrá cosechado los votos perdidos desde el PSOE. Al final la granja seguirá controlada por los que no se presentan a las elecciones, al más puro estilo orweliano. ¡Qué grande eres George!