Una dirigente de Podemos y un periodista conocedor de los intríngulis de la política nacional protagonizaron este fin de semana escenas que recordaban “Freaks”, la película de 1932 titulada en español “La parada de los monstruos”, sobre un circo con los seres más deformes del mundo.
Aquel filme popularizo el término en inglés del título, y en 2012 la Real Academia incorporó una adaptación fonética, retirando la definición de monstruo, y dejando solamente friki como alguien raro, excéntrico, extravagante, u obseso de alguna afición.
La escena en un atropellado debate político semanal en La Sexta entre Carolina Bescansa, cofundadora de Podemos y diputada, y el director de Okdiario, Eduardo Inda, recordaba algunas escenas de la película de los seres contrahechos y de la venganza que los lleva a convertir a la ambiciosa trapecista del circo, la única “normal”, en otro de ellos.
Bescansa denunció asuntos de la vida privada de Inda y este respondió con otros de la familia de ella, con lo que aquello se convirtió en una de esas peleas que emiten los programas de Telecinco centrados en las miserias morales y económicas de frikis de la vida real, monstruos pagados para alimentar espectáculos autodenigrantes.
La pelea Bescansa-Inda es un ejemplo de lo que está ocurriendo en la política y el periodismo españoles desde la llegada de Podemos con sus “nuevas formas” de hacer política.
El insulto, las denuncias sin matices y sin pruebas que pueden provocar infartos mortales, y la demagogia, en la que otros partidos están cayendo también, son características idóneas para que algunas televisiones ganen audiencia sin necesidad de, como en Telecinco, enseñar los genitales.
Los frikis son una peste que comienza a dominarnos y a contagiarnos, como los zombis y los vampiros.
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SALAS