Decir que Villaverde del Río se está convirtiendo en un referente como municipio gobernado por la izquierda, no es ninguna tontería, los números hablan solos y su política de transparencia y participación hacen de Villaverde el pueblo donde Burguillos debe mirarse.
Hay infinidad de ejemplos, el gobierno de Villaverde del Río con Santiago de alcalde, está removiendo los cimientos de la gestión municipal y ha dado un giro de 360º. Han creado distintas asambleas para decidir en que gastar las inversiones que llegan a Villaverde del Río, obras del PER, Monitores, etc.
¿Cómo es posible?, gracias a la creación de bolsas de empleo que están gestionados al 100% por las personas que la integran. Un ejemplo claro lo encontramos en el servicio de Ayuda a Domicilio, servicio privatizado por el pp-psoe y que de la mano de izquierda unida no solo se hace público sino que su gestión corre a cargo de los mismos trabajadores.
Se crea la bolsa de empleo de Ayuda a Domicilio donde se deciden los baremos y las contrataciones, posteriormente los trabajadores del Servicio de Ayuda a Domicilio se organizan para desarrollar el funcionamiento del servicio.
Como consecuencia del control obrero, se han obtenido unos beneficios de 50.000 euros que si estuviera privatizado irían a parar a las arcas del empresaurio de turno.
50.000 euros que destinarán a varias cosas, desde nuevas contrataciones hasta gratificaciones extraordinarias.
El funcionamiento de las bolsas de empleo, de las asambleas de trabajadores y de los comités obreros es plenamente democrático y transparente, sin intervención municipal, son los mismos obreros quienes se encargan de la gestión y su desarrollo, evidentemente el ayuntamiento está para apoyar técnicamente los acuerdos y para poner al servicio de los trabajadores todo cuanto pueda ofrecer el ayuntamiento, al fin y al cabo es del pueblo.
En Burguillos el único control que existe en nuestro ayuntamiento lo ejerce Domingo Delgado, al que poco le importa la democracia participativa y obrera, para él, con votar cada 4 años es suficiente, pero como está demostrando Villaverde del Río cuando el obrero toma parte de primera mano en la gestión de los recursos de su entorno, no solo mejora la calidad de vida, sino que se elimina a los corruptos, el tráfico de influencias, el clientelismo y a los alcaldes caciques.