Son especialistas en parecer tontos, pero de tontos no tienen nada. Los tontos en realidad son todos los que, trabajando como esclavos y pagando impuestos, sustentan a estos payasos del circo más caro de la historia.
Suelen vivir en estado larvario hasta que los propone una persona adecuada para que sea enlodado y abucheado por la oposición hasta que es reemplazarlo por otro.
Suelen llegar al poder y la fama normalmente por haber hecho méritos ante otro de su especie y haber engañado a parte del resto de sus semejantes (votantes).
Esta especie, se ha abierto paso a través de los siglos y sobreviviendo gracias a la política e interactuando solo cada 4 años con sus semejantes, cambiando votos por promesas que no va a cumplir. Él lo sabe y lo peor es que su votante también.
Su función consiste principalmente en contar mentiras, conservar el poder lo máximo posible, vivir del cuento, simular que realiza una labor muy importante e intentar hundir a otros oponentes políticos.
Para elegirlos se lleva a cabo un proceso en el que un montón de personas se pone de acuerdo para que uno de ellos se lleve la pasta y el resto se quede con la cara de tonto. De vez en cuando hace algo que debería haber hecho hace tiempo, pero que siempre se acuerdan a poco de las elecciones.
Aunque en realidad son todos la misma mierda, se les ha separado por varios grupos.
Los de derecha, que buscan ayudar a sus amigos empresarios y patear el culo de los obreros. Luego están los de izquierda que hacen lo mismo, pero intentan disimularlo.
La principal diferencia entre ambos tipos consiste en quiénes son sus amigos.