Y es que aunque los responsables de la Junta minimicen, o pretendan ocultar esta situación, son muchos los niños que cada día acuden a un colegio supuestamente provisional, aunque ya sea el séptimo curso en esta situación, como ocurre en el colegio Indira Gandhi, de Mijas. Porque los responsables de la educación en nuestra comunidad permiten que cada día 8000 alumnos asistan al colegio en aulas prefabricadas, conocidas como caracolas, pues existen más de 300 instalaciones de este tipo en los colegios de Andalucía. Y, sobre todo, permiten que una situación que debería ser provisional se convierta en algo permanente, con los problemas que conlleva para alumnos, profesorado y familias. Esta es la realidad para muchos en nuestra Andalucía. Y nuestra administración pública, con todo su poder, con su gran presupuesto público, con tantos funcionarios, asesores y cargos políticos, es incapaz de evitar que haya colegios en los que las aulas prefabricadas se convierten en permanentes. Porque yo puedo comprender que un colegio durante unos meses cuente con este tipo de aulas, por un retraso en unas obras, por un incendio o un desastre natural, pero 7 años son demasiados. ¿Qué pensarán estas familias cuando vean a los dirigentes de la Junta decir eso de que la situación que vive Andalucía es inmejorable?, o cuando niegan la existencia de las caracolas…, porque escuchar a la Consejera de Educación decir que Andalucía cuenta con aulas prefabricadas al igual que ocurre en Estados Unidos ¡es de traca! Pero eso sí, hemos de recordar que la Junta de Andalucía ya anunció en 2008 que el problema de las caracolas quedaría resuelto. Está claro que en Andalucía nos gobiernan políticos caracolas, porque no hacen más que esconderse en su mundo, en su caracola…
Y es que aunque los responsables de la Junta minimicen, o pretendan ocultar esta situación, son muchos los niños que cada día acuden a un colegio supuestamente provisional, aunque ya sea el séptimo curso en esta situación, como ocurre en el colegio Indira Gandhi, de Mijas. Porque los responsables de la educación en nuestra comunidad permiten que cada día 8000 alumnos asistan al colegio en aulas prefabricadas, conocidas como caracolas, pues existen más de 300 instalaciones de este tipo en los colegios de Andalucía. Y, sobre todo, permiten que una situación que debería ser provisional se convierta en algo permanente, con los problemas que conlleva para alumnos, profesorado y familias. Esta es la realidad para muchos en nuestra Andalucía. Y nuestra administración pública, con todo su poder, con su gran presupuesto público, con tantos funcionarios, asesores y cargos políticos, es incapaz de evitar que haya colegios en los que las aulas prefabricadas se convierten en permanentes. Porque yo puedo comprender que un colegio durante unos meses cuente con este tipo de aulas, por un retraso en unas obras, por un incendio o un desastre natural, pero 7 años son demasiados. ¿Qué pensarán estas familias cuando vean a los dirigentes de la Junta decir eso de que la situación que vive Andalucía es inmejorable?, o cuando niegan la existencia de las caracolas…, porque escuchar a la Consejera de Educación decir que Andalucía cuenta con aulas prefabricadas al igual que ocurre en Estados Unidos ¡es de traca! Pero eso sí, hemos de recordar que la Junta de Andalucía ya anunció en 2008 que el problema de las caracolas quedaría resuelto. Está claro que en Andalucía nos gobiernan políticos caracolas, porque no hacen más que esconderse en su mundo, en su caracola…