Devolver el prestigio a los políticos es un tema prioritario para evitar el mecanismo de las maledicencias por el cual se cumplen por el hecho de enunciarlas. Si repetimos siempre que los políticos son un problema, acabarán por serlo y, por desgracia, parece que ha sido así hasta ahora. Ya sé que no hemos de quejarnos y actuar. Hemos de conseguir políticos a los que podamos, exigir y aplaudir su excelencia profesional, su pericia para gobernar, para resolver problemas, alumbrar metas, movilizar las mejores energías de los ciudadanos, ampliar sus posibilidades vitales. Verlos en la actualidad es penoso. No digamos ya en Italia donde Silvio es el hazmereir de Europa y, en España, la campaña electoral actual es un ejemplo de colegiales que se pasan el día insultándose: "pues tú eres más" seguído del epíteto descalificador.
Para lograr eso, el profesor Marina ha puesto en marcha un proyecto para fomentar esa inteligencia social que construimos entre todos. Se llama “Creación social” –www.creacionsocial.es- y nos invita a participar. Les hago llegar su mensaje.