Creo que dndcomo nunca ha estado en un restaurante tan antiguo. Se fundó en 1895, por lo que el Pollitena ha visto ni más ni menos que dos cambios de siglo y ahí sigue haciendo frente al tiempo, crisis, guerras y pandemias. Esperemos que siga por muchos años y siglos más, de momento goza de éxito y de clientela.
Este local está en la Parte Vieja donostiarra y es un poco como ir a casa, de hecho hay que entrar en un portal y subir al primer piso, sólo falta encontrarse unas zapatillas de casa en la entrada. La comida que ofrecen cuadra con el ambiente hogareño y es tradicional y casera. Tiene fama la merluza “Pollitena” y el solomillo al hojaldre, ofrecidos en el menú degustación por 27.50 euros, buen precio para un menú especial pero si se anda más justo de presupuesto sirven menú del día, también en sábados, más asequible por 17 euros.No podéis decir que no recomendamos sitios asequibles en la capital guipuzcoana.
Los platos del menú cambian cada día, el día que fui yo había fideua, menestra, y ensalada, de segundo filete con patatas, canelones y dorada a la plancha. Íbamos con un niño al que sirvieron en lugar del menú un plato y postre. Todo muy bueno pero si no os convence ninguno de los 2 menús, también tiene carta con un poco de todo pero abundancia de pescado.
El trato es amabilísimo, atienden muy rápido y el local no es excesivamente grande lo que acrecienta esa imagen de estar en el comedor de tu casa, así que ¡Larga vida al Pollitena!
Comida: 8
Servicio: 9
Decoración: 7
Calidad/ Precio: 8,5