¿Todos los comensales son adultos y no abstemios?
Pues tenéis libertad absoluta a la hora de elegir la cerveza candidata.
¿Entre los comensales hay algún que otro peque, abstemio, tiquismiquis o similar?
Pues gastáis una cerveza sin alcohol (que sale igual de bueno y todos apañaos), porque ojo, al contrario de lo que mucha gente piensa, el alcohol no se evapora por completo al cocinar.
Y aviso para navegantes, os guste o no la cerveza, este plato os va a encantar... Dificultad: Facilísimo
Tiempo de preparación aproximado: 1 hora y 15 minutos
Raciones: 4 personas
INGREDIENTES
- 8 muslos de pollo
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 150g. tomate frito casero (1 lata pequeña)
- 1 vaso (200ml.) de caldo de pollo
- 1 vaso de agua (200ml.)
- 1 lata de cerveza de 330ml. (la que más os guste)
- 1 hoja de laurel
- 6 ó 7 granos de pimienta negra
- sal y pimienta molida
- un poco de harina para enharinar los muslos
- aceite de oliva virgen extra
- Salpimentamos los muslos de pollo y los pasamos por harina, dándoles unos golpecitos para retirar el exceso.
- En una olla baja ponemos aceite que cubra toda la base, y doramos los dientes de ajo que habremos cortado a láminas. Una vez hechos, los retiramos y reservamos.
- Introducimos los muslos y los freímos. Cuando estén doraditos los sacamos y reservamos.
- En la misma olla añadimos los granos de pimienta, la cebolla cortada en juliana, el tomate y la hoja de laurel. Sofreímos hasta que la cebolla se dore un poco.
- Una vez esté listo el sofrito, añadimos los muslos, el caldo de pollo, el vaso de agua y la lata de cerveza.
- Dejamos que se cocine 45 minutos a fuego medio-bajo (a mitad de la cocción probamos y rectificamos de sal si es necesario)...y ¡listo!