POLLO A LA JARDINERA (Clásicos de domingo)

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz
Una de esas recetas clásicas, inmortales, que dejan la cocina con una fragancia a "hogar" como pocas. El "Pollo a la jardinera" es un plato que llama a reunirse en familia, que huele a domingo, a buena compañía y a dejarte una barra de pan untando en la salsa. 
Esta receta es altamente sencilla de preparar y resulta muy económica. En tu mano queda el uso de verduras u hortalizas a tu antojo. Yo aquí te dejo mi propuesta pero no dudes en añadir pimiento rojo, algo de berenjena, puerro, apio... Es una ocasión perfecta para dar salida de aprovechamiento a ingredientes solitarios de la nevera, sin un destino claro. 
Sólo necesitarás mimo, buen producto (que el vino siempre sea de buena calidad, por favor, la diferencia es abismal) y paciencia... Paciencia para no tomarte la salsa a cucharadas mientras se hace. Contén las ganas. Lucha contra la tentación. La espera merecerá la pena. ¡Mandiles arriba! 

Ingredientes (4 personas)
  • 8 jamoncitos o muslitos de pollo Nutrave 
  • 1 cebolla 
  • 2 zanahorias 
  • 3 dientes de ajo 
  • 200 grs de champiñones 
  • 1 calabacín mediano
  • 200 grs de guisantes congelados
  • 2-3 cucharadas de tomate frito o 1 de concentrado de tomate
  • 100 ml de vino blanco
  • 200-250 ml de Caldo de Pollo o Verduras Aneto 
  • 2 hojas de laurel 
  • 2 patatas grandes en cuadraditos 
  • Sal, pimienta negra molida y Aceite de oliva Virgen Extra
Tiempo: 50-60 minutos
Primeros pasos...
Limpiamos el pollo - si hiciera falta - de posibles plumas o huesecillos sueltos. Le quitamos la piel y los salpimentamos con alegría (o sea, generosamente, no necesariamente sonriendo)
Ponemos una cazuela baja al fuego con un buen chorro de aceite de oliva. Sellamos la carne a fuego fuerte hasta que se dore bien por ambos lados. Sacamos y reservamos. Volverán a escena...

Momento sofrito
En ese mismo aceite - o añadimos un poco más si vemos que vamos escasos - sofreímos la cebolla picada en brunoise (en trocitos pequeños) junto con el ajo y la zanahoria. Dejamos que suden bien y se pochen con calma. Cuando empiecen a estar blanditos añadimos los champiñones laminados y el calabacín picado. Sofreímos todo, que se mezclen, que hagan amistad...

Vertemos el vino blanco y dejamos reducir y evaporar el alcohol. Incorporamos el tomate, cortamos en cuadraditos las patatas y las añadimos a la sartén. Damos un buen meneo al conjunto.

Reincorporando elementos
Turno de los guisantes (en mi caso eran de bote, si usáis congelados conviene dejarlos 10 minutos a temperatura ambiente), las hojas de laurel y de sacar a escena de nuevo el pollo. Salteamos 1 minuto.

Añadimos el caldo de ave o verduras (mejor si está caliente para facilitar la cocción). Probamos el punto de sal y corregimos si hiciera falta. Tu paladar manda, ya lo sabes...

Dejamos cocinar a fuego moderado (una vez que rompa el hervor bajamos el fuego) durante 25 minutos aproximadamente. La idea es que nos quede la carne muy tierna.
Servimos la sartén en la mesa y que cada cual ataque a su conveniencia con las cantidades que le plazca. ¡Que aproveche, hitchcookian@s!