Aunque la palabra curry se usa para describir cualquier plato acompañado de arroz, el término en sí significa “estofado”, preparado en un caldo de muchas especias. Por extensión, hoy nos referimos al curry como esa especia deshidratada, compuesta por otras muchas, que en algún momento se usaron para crear esas preparaciones originales.
La mezcla de curry incluye muchas especias en sí: ají, azafrán, albahaca, cúrcuma, cebolla deshidratada, jengibre, comino, cilantro, canela etc. La combinación de especias varía según las regiones de los países de las que son típicas, India y Pakistán y entre ellos, destacan el curry rojo, el verde y el amarillo, que es el más conocido.
El amarillo debe su color al alto porcentaje de cúrcuma, de ahí, su acción antiinflamatoria. Entre otras propiedades medicinales, el curry posee propiedades antioxidantes, previene diabetes tipo II, protege contra infecciones, etc. Dicen que hasta ayuda a adelgazar.
El plato de hoy es muy sencillo y rápido de preparar. Aparte de los beneficios que puede tener en la prevención de enfermedades, tiene un sabor muy característico y atractivo. El pollo queda jugoso, por lo que puede ser una opción estupenda para los niños también.
Ingredientes
- 600 gr de filetes de pechuga de pollo cortados finos y troceados al gusto
- Media cebolla
- 3 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de curry en polvo (puede ser media de curry y media de cúrcuma)
- 150 ml de vino blanco seco
- 150 ml de leche (puedes usar cualquier leche vegetal ¡también!)
- Semillas de sésamo al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta y perejil o cilantro picado
Salpimienta las pechugas de pollo troceadas y sella ligeramente en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva. Saca el pollo y reserva.
A continuación, fríe la cebolla y el ajo, lo mejor es que estén cortados muy finos para no encontrarlos al comer el plato, hasta que estén pochados. Ahí mismo volvemos a poner el pollo e incorporamos el vino, el laurel y el curry hasta que se haya evaporado el alcohol.
En este momento, agregamos la leche hasta que se vaya espesando la salsa. Retira del fuego y espolvorea el perejil y las semillas de sésamo por encima. Sirve junto con un poco de arroz basmati con pasas para acompañar y algo de pan para mojar la salsa.
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