Anda que no son socorridas unas pechugas de pollo. Fileteadas y a la plancha, no me dicen nada, no sé ni cuanto hace que no las como así. Empanadas ya es otra cosa, sobre todo si llevan el rebozado justo y se les escurre bien el aceite. Preparadas de este modo, siempre hago para que sobren, me encanta añadir los trocitos de pollo empanado a una Ensalada César.
Esta vez no me apetecía filetearlas. Las trocearía a dados y quizar preparía unas Pechugas de Pollo Strogonoff, que buenos recuerdos me traen. Uff, me doy cuenta que es imposible, no tengo champiñones.
¿Y si las preparo al estilo del Pollo en Pepitoria o una Fricasé de Pollo?
Hubiera sido una manera deliciosa de comerse esas pechugas, mira que me gustan esas recetas, pero vamos a ser realistas. Son recetas que llevan su tiempo, y merece la pena invertirlo para preparar el pollo de esta forma, pero para un sólo par de pechugas, mejor pensar en algo más simple.
Vuelvo a mirar en el frigorífico y veo el jengibre. Y me da la idea. Cortaré las cebollas muy finas y las rehogaré junto con un buen pellizco de jengibre rallado. Unas cucharadas de miel y un chorrito de vino blanco me van a proporcionar la base de una salsa untuosa que rebajaré con un poco de caldo.
Antes de terminar de pensarlo, ya me había puesto manos a la obra. Los dados de patatas fritas, un capricho, ¡me apetecían tanto!.
INGREDIENTES:
- 2 Pechugas grandes de Pollo ( ó 6 Muslos de Pollo)
- 2 Cebollas grandes
- 3 Cucharadas de Miel
- 1 Cucharada de Jengibre rallado
- 75 ml. de Vino blanco
- 400 ml. de Caldo de carne o de Pollo
- Aceite de Oliva
- Pimienta y Sal
ELABORACIÓN:
- Cortar la pechuga en dados de unos 3 cm. Rebozar en pimienta y saltear en una sartén profunda con un poco de aceite, hasta que se doren. Retirar y reservar.
- Con ayuda de una mandolina cortar la cebolla en láminas muy finas y añadir a la sartén junto con el jengibre rallado y un poco más de aceite. Rehogar unos minutos hasta que la cebolla comience a perder su turgencia.
- En ese momento, agregar la miel y el vino blanco y seguir cocinando a fuego lento hasta que el líquido se vaya evaporando y se convierta en un jarabe algo pegajoso.
- Añadimos el caldo de carne o pollo y dejamos cocer a fuego lento. Tras unos minutos, añadimos el pollo y lo dejamos cocer unos 40 minutos, aunque transcurridos 20 minutos le daremos la vuelta a los trozos.
- Servir acompañado de un arroz salvaje o unas patatas fritas.
Bon Appétit!