Después de probar este plato voy a ser incapaz de comer la pechuga de pollo de otra manera. De sabor está delicioso y la jugosidad que aporta el relleno es difícil de superar.
La receta la saqué del libro "Comfort food" de Jamie Oliver, aunque cambiando la guarnición. No dejéis de hacerla porque además de lo sencilla que es os encantará el resultado.
INGREDIENTES:
- 2 pechugas de pollo
- 2 lonchas de bacon
- harina
- huevo batido
- pan rallado
- sal
- pimienta
- aceite
- 2 dientes de ajo
- 7 gr. de perejil
- 2 cucharadas de mantequilla
- una pizca de pimienta cayena
- puré de patata y zanahoria
- 150 gr. de guisantes
- 1 manojo de ajetes
PREPARACIÓN:
Dorar el bacon en una sartén. Reservar.
Para preparar la mantequilla mezclarla con los ajos picados, el perejil y la pimienta cayena. Refrigerar.
Mientras podemos empezar a cocer las patatas y zanahorias para el puré. Aquí podéis ver como lo hago.
Salpimentamos las pechugas y las abrimos haciendo una especia de bolsa, cortándola a la mitad pero sin llegar a los extremos. Rellenamos con el bacon troceado bien menudo y la mitad de la mantequilla. Cerrar la pechuga y pasarla por harina, huevo batido y por último el pan rallado. (Yo le puse unos palillos por miedo a que se abriera)
Precalentar el horno a 180º.
Dorar las pechugas por ámbos lados en una sartén con aceite. Pasarlas a una bandeja de horno y hornearlas unos 10 minutos.
Mientras tanto cocer los guisantes unos 7 minutos. Escurrirlos.
Picar los ajetes en rodajas y saltearlos en una sartén con un poco de mantequilla. Añadir los guisantes y salpimentar.
Sacar el pollo del horno y servirlo bien caliente con el salteado de ajetes y guisantes y el puré de patata y zanahoria.