Empezamos con una una de las más extrañas “maldiciones“ cinematográficas Poltergeist (1982) y sus dos secuelas: La saga contaba la historia de una familia que se mudaba a una casa habitada por espíritus malignos que, sintiéndose invadidos, intentaban secuestrar a la hija menor, una niña de siete años interpretada por Heather O’Rourke.
Las muertes inesperadas comenzaron a tener lugar poco después del estreno de la película.
La mala fortuna continuaría con más raras desapariciones, el imponente actor de origen indio: Will Sampson que interpretaba a un “chaman” con poderes curativos en “Poltergeist II”. Al terminar el rodaje, vio su cuerpo invadido por un cáncer que lo consumió y llevo a la tumba.
Pero lo más llamativo fue la muerte, de la protagonista Heather O’Rourke, recordada y bonita niña de cabellos rubios y ojos azules, que había trabajado en los tres filmes, a poco de finalizar el rodaje de “Poltergeist III”.
En 1988, se levanto con fuertes dolores, fue hospitalizada por una gripe, imprevistamente entró en paro cardíaco por una obstrucción intestinal no detectada que liberó toxinas en su torrente sanguíneo. Fue reanimada e intervenida quirúrgicamente para eliminar la obstrucción, pero no soportó la operación y pereció en el quirófano, tenia solo 12 años.
También su tuvo conocimiento que otros miembros del equipo técnico y artístico, fallecieron a poco de finalizar los últimos rodajes de la saga.
¿coincidencia o maldición?