Según un comunicado de la residencia ejecutiva, junto a Pompeo estarán el administrador de la Agencia para el Desarrollo Internacional, Mark Green; y el director para Asuntos de Latinoamérica del Consejo de Seguridad Nacional, Mauricio Claver-Carone.
La fuente precisó que el grupo contará también con la presencia del encargado norteamericano de negocios en el país suramericano, William Popp.
El Gobierno estadounidense reiteró el pasado 29 de octubre, un día después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, su propósito de trabajar con Bolsonaro en los próximos años, y valoró la profunda cooperación entre los dos países.
Ambas naciones, apuntó en un comunicado la entonces portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, 'comparten una asociación vibrante basada en nuestro compromiso mutuo de promover la seguridad, la democracia, la prosperidad económica y los derechos humanos'.
'Como dos de las democracias y economías más grandes del mundo, estamos trabajando juntos para enfrentar los desafíos globales y regionales más apremiantes del siglo XXI', agregó la vocera, quien felicitó al candidato del Partido Social Liberal por su elección.
Bolsonaro obtuvo en las urnas electrónicas, de las cuales expresó desconfianza en más de una ocasión, unos 57 millones 800 mil votos, el 55 por ciento de los válidos.
De esa manera, el capitán retirado del Ejército superó al aspirante del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad, dueño de poco más de 47 millones de sufragios.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, escribió en su cuenta personal de la red social Twitter el mismo 29 de octubre que la noche antes tuvo una buena conversación telefónica con Bolsonaro.
'Acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán estrechamente juntos en comercio, sector militar y todo lo demás. Excelente llamada, le deseé felicidades', precisó el mandatario republicano.
Días antes de la victoria de Bolsonaro, un grupo de congresistas demócratas llamó a Pompeo a rechazar al brasileño por considerarlo una amenaza para la democracia, los derechos humanos y la legalidad.
'Como debe saber, Bolsonaro elogia regularmente a la antigua dictadura militar de Brasil, ha sido acusado de ofrecer discursos de odio contra las minorías y dijo que no reconocerá los resultados de las elecciones si pierde', manifestaron los legisladores en la misiva.
Los 18 firmantes del texto advirtieron que se estaba beneficiando de una campaña electoral marcada por la violencia política y un diluvio de noticias falsas e información errónea.
Denunciaron, entre otros temas, la violencia que estalló en las semanas previas a los comicios, dirigida principalmente contra los partidarios del PT, y el odio expresado por Bolsonaro hacia los afrobrasileños, los indígenas y miembros de la comunidad LGBT.