Trás un día de navegación atracamos en el puerto de Nápoles para visitar las ruinas de Pompeya, una ciudad cuyo origen se puede datar entre finales del siglo VII a la primera mitad del siglo VI a.C. La ciudad pasó a ser una colonia romana con el nombre de Cornelia Veneria Pompeianorum en el año 80 a.C. Una vez convertida en colonia se construyeron edificios públicos y particulares, sobre todo en la época de los emperadores Octaviano Augusto (27 a.C. -14 d.C.) y Tiberio (14-37 d.C.).
En el año 62 d.C. un violento terremoto sacudió toda la zona vesuviana. En Pompeya la reconstrucción comenzó de inmediato. Pero el 24 agosto del 79 d.C., la repentina erupción del Vesuvio la cubrió de cenizas y lapilli, cuandó todavía estaba en plena reconstrucción.
Su redescubrimiento se produjo a finales del siglo XVI pero las exploraciones comenzaron en 1748, con el rey de Nápoles Carlos III de Borbón y continuaron sistemáticamente durante el siglo XIX, hasta los años más recientes, cuando se realizaron obras de restauración y valoración de la ciudad antigua y de su patrimonio excepcional de edificios, esculturas, pinturas y mosaico. Pues bien, aunque ha sido un breve paseo por esta maravilla arqueológica si que nos ha servido para hacernos una idea de lo que fue esta ciudad. Algunos de los puntos de más interés para visitar son:
Ludo Gladiatorum
Este lugar fue el gimnasio de los gladiadores, se trata de un gran cuadripórtico circundado por 74 columnas dóricas en toba gris. Tras el terremoto del 62 d.C. el edificio cambió función y se transformó en un cuartel para los gladiadores. Al fondo el Vesubio, una imagen imponente.
Teatro Pequeño
Se construyó durante los primeros años de la colonia (79 a.C.), con una acústica perfecta, era el lugar dedicado a la representación del género teatral más de moda en la época, el mimo, siendo utilizado también para exhibiciones musicales y de canto. Estaba decorado de manera profusa con mármoles polícromos mientras y con grandes figuras masculinas de toba que sujetaban las grada.
Abandonamos el teatro pequeño y salimos a la Via Stabina donde se pueden ver a lo largao de la via lo que entonces eran tiendas, panaderías, pescaderías, etc. En la calle se pueden ver aún las rodaduras de los carros en las losas. Continuamos el recorrido por la Via Dell'Abbondanza donde se encuentra la Casa de los Cornelii.
Domus Cornelia
De planta regular: en el centro del atrio está el impluvio de mármol en cuyo borde se colocó una mesa elegante con patas de felino, en la parte trasera está el peristilo con columnas dóricas. Una típica casa de la alta sociedad de la ciudad.
Termas Estabinas
La entrada conduce a un amplio patio. A la izquierda se encuentra la piscina, mientras que a la derecha una zona con pórtico da acceso a la parte para los hombres compuesta por apodyterium (vestuario), frigidarium (para los baños fríos), por el que se llega al tepidarium (para los baños de temperatura media) y después al calidarium (para los baños calientes). La calefacción estaba asegurada por un sistema de tuberías en las paredes y doble suelo que hacían circular el aire caliente proveniente de los hornos y de los braseros móviles. Las termas Estabianas, que se remontan al siglo II a.C., se encuentran entre las más antiguas conocidas en el mundo romano.
Lupanar
Continuamos callejeando por Pompeya siguiendo unos símbolos que descubrimos en el suelo y en algunos edificios y que nos conducen al Lupanar, se trata de falos que conducian a los pescadores que llegaban al pueblo hasta el Lupanar. El edificio es de dos pisos. En el superior están las habitaciones del dueño y de las esclavas, en el inferior cinco habitaciones con una cama cada una, en obra de albañilería. En las paredes del pasillo central cuadros con representaciones eróticas cuentan a los clientes las actividades que se desarrollaban. El lupanar toma su nombre de lupa, término latín para llamar a la prostituta.
Volvemos a la Via Dell'Abbondanza que nos conduce al Foro el centro de la vida cotidiana de la ciudad, hacia él miran todos los edificios principales públicos para la administración de la ciudad y de la justicia, para la gestión de los negocios, para las actividades comerciales, como los mercados, además de los principales lugares de culto ciudadano. Es impresionante el lugar con el fondo del Vesubio que fue el origen del fin de esta ciudad, uno de los puertos principales del momento.
Santuario de Apolo
En el lado occidental del Foro Civil se abre al Santuario de Apolo, uno de los los lugares más antiguos de culto pompeyanos, construido en un punto estratégico, a lo largo de la vía que viniendo desde la Puerta Marina conducía al centro público de la ciudad. Se trata de un templo sobre podio, rodeado por una zona con soportales que definía una corte en cuyo centro está el altar. Aquí se celebraban los juegos de los gladiadores y las representaciones teatrales de los ludi Apollinares (juegos Apolíneos), las fiestas en honor del dios central sobre la iniciación de los jóvenes y de las jóvenes que en Apolo y en su gemela Diana reconocían las "numi tutelari" (divinidades de tutela).
Desde este punto caminamos por la Via Marina hasta salir del recinto arqueológico, ha sido una breve estancia pero muy intensa, sin duda que habrá que volver y dedirale todo el tiempo que merece este lugar.
Más información en la
GUÍA DE EXCAVACIONES DE POMPEYA
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