El primero de los desengaños que sufren muchos viajeros cuando comienzan el viaje por la historia es enterarse que Pompeya jamás fué sepultada por lava volcanica (esa fue Herculano, la otra urbe cercana a ella y que sí recibió directamente la masa de magma incandescente arrojada por la erupción del Vesubio) sino que su enterramiento se debió a la caída - y posterior petrificación- de ceniza volcánica que cayó de manera sostenida durante casi un día hasta cubrirla por completo.
Por eso, antes de comenzar la recorrida virtual que les propongo en este artículo quisiera compartir con ustedes algunos datos históricos que ayudarán a forjarse una idea de la importancia de Pompeya para el mundo romano antiguo y por qué su descubrimiento y posterior revitalización la vuelven una verdadera ave fénix que se alza en medio de las cenizas para mostarnos abiertamente todo su esplendor.
POMPEYA, DATOS HISTORICOS PARA COMPRENDERLA
Si algo caracterizó a Pompeya a lo largo de su historia fue su capacidad innata para reinventarse luego de muchas de las vicisitudes que le tocaron en suerte. De la misma forma que sucede con muchos de los centros urbanos del mundo romano, los orígenes de la ciudad son un tanto confusos y con varias versiones, en algunos casos, difíciles de comprobar. Así es como si bien un sector de los los historiadores que analizaron las fuentes escritas de Estrabón ubican su origen cerca del S. IX ac., (época en la que habrían llegado a ella un grupo humano denominado Oscos provenientes de Italia central) otros hablan de la presencia preexistente de colonias griegas en la región.
Luego, en el S. VII ac se advierte en ella la presencia de etruscos (el gran pueblo que dió origen a la civilización romana) y a partir de allí comienza un derrotero de conquistas e invasiones hasta que, ya en épocas del imperio romano, se transformó en una ciudad privilegiada dado que por su ubicación geográfica habría funcionado como punto estratégico para intercambiar con Roma las mercancías que llegaban por vía marítima utilizando la famosa Vía Apia, verdadera arteria comercial del imperio. En el año 62 de la era cristiana fue semidestruida por un terremoto y algunas fuentes aseguran que los trabajos de reconstrucción se habrían extendidido hasta el año 79, fecha en la que el Vesubio erupcionó sepultándola bajo un manto de ceniza volcánica.
"Poco después la nube descendió y cubrió el mar. Miré hacia atrás: una densa nube negra se elevaba a nuestras espaldas, esparciéndose sobre la tierra como una inundación. Cayó la oscuridad completa, no aquella de una noche oscura o sin luna, sino tal como si se hubiese apagado la lámpara dentro de una habitación cerrada. Se podían escuchar los alaridos de las mujeres, el llanto de los infantes y los gritos de los hombres... y había aquellos que rezaban pidiendo la muerte dentro de su terror de morir. Muchos buscaron la ayuda de los dioses, pero aún más imaginaban que no existían ya dioses y que el universo caía en picado para sumirse en una oscuridad eterna hasta el fin de los tiempos”. De ese modo describió Plinio el joven (verdadero sobreviviente de la tragedia) lo sucedido el 24 de agosto del 79, documentado mediante cartas que le enviara al emperador Trajano y de las crónicas que posteriormente escribiera para testimoniar la tragedia.
Así es como a partir de ese fatídico hecho, la magnífica Pompeya quedó sepultada sin que durante siglos se supiera de ella. Pero en 1748, bajo la orden de excavar en la zona dictada por Carlos III de España la ciudad fue descubierta casi de manera accidental y el mundo moderno quedó sorprendido por el importante hallazgo. A partir de ese momento, los trabajos arqueológicos se extendieron por más de un siglo hasta que, en 1860, el arquitecto Fiorelli descubrió en la zona restos humanos y decidió rellenarlos con yeso para rememorar los últimos instantes de vida de los infortunados pobladores de la ciudad.
Desde entonces, el sitio arqueológico de Pompeya permanece abierto y los arqueólogos siguen trabajando sobre él. Aún quedan miles de cuerpos por encontrar (la población al momento de la erupción debería haber sido entre 15.000 a 30.000 habitantes y hasta el momento sólo se encontraron cerca de 2000 cuerpos) y se cree que buena parte del patrimonio aún permanece sepultado por lo cual se hace necesario continuar con las excavaciones. Gracias a ese trabajo, hoy se puede apreciar, casi en su mayoría, el pasado que subyace en cada uno de sus rincones.
DESCUBRIENDO POMPEYA PASO A PASO
Hasta aquí hemos apreciado el recorrido a través del trazado urbano y el medio que rodea a la ciudad. En la segunda parte compartiremos un paseo por los interiores de algunas de las viviendas mejor conservadas, el arte característico de los frescos y templos privados, los cuerpos petrificados y los diferentes objetos que fueron encontrados luego del trabajo de excavación llevado a cabo en los últimos años.
Ver video Pompeya: Como era y como es