Una vez dentro del recinto y
ya habiendo visualizado la urbanización de un modo general lo más aconsejable es comenzar a indagar un poco más en los espacios interiores que ofrece el sitio ya que allí se puede obtener un contacto más directo con los usos, costumbres y sobre todo con la mentalidad de la época, la cual respondía a los cánones ideológicos y culturales del imperio. Una vez visitado el foro, atravesada la Vía de la Abundancia y visitado el Lupanar, les aconsejo que visiten el
Granero del Foro, ingresen en la Casa della Fontana Píccola (ésta no es la única que se puede visitar, de hecho las que se suponen más importantes son la
Casa de Ceii, dei Vetti, del Poeta trágico y la del fauno, pero no es común encontrarlas abiertas siendo la della Fontana la opción más sencilla y segura) y
allí observen los frescos, los templos domésticos, los baños y las termas del Foro, las cuales dan una idea de la magnificencia en la que vivían los habitantes por aquellos años.
De todos los espacios que se encuentran dentro del sitio arqueológico, el
Granero del foro es uno de los más visitados y que merecen una parada especial para apreciar los cientos de objetos que atesora, ya que funciona como un verdadero depósito donde cada una de las piezas se encuentra minuciosamente catalogadas. En los tiempos en que Pompeya era la perla del imperio, este lugar funcionó como mercado de frutas y también de depósito de granos, elemento indispensable para la economía y subsistencia de los habitantes de la ciudad. El acceso al granero no está abierto al público (se encuentra cerrado por una reja a modo de seguridad) pero el excelente modo en que se exhiben los objetos posibilitan que se los pueda observar y fotografiar sin problemas.
Columnas y elementos decorativos usados para los interiores de las viviendas
Las ánforas de diferentes tipologías registran un dominio artesanal de gran importancia
Las formas y tamaños dependían según la función para la cual se las creaba
En el interior del granero se pueden observar algunas de las réplicas de los
cuerpos petrificados, reconstruídos por Fiorelli utilizando la técnica del llenado de yeso. En la actualidad la mayoría de los cuerpos encontrados no se encuentran en Pompeya sino que están exhibidos en el
Museo Arqueológico de Nápoles, donde cuentan con una sala especial dentro del recinto. En esta fotografía se puede observar la forma en que quedó el cuerpo al momento de sufrir los efectos de la erupción. Las formas y expresiones que muestran algunos son realmente conmovedores y ejemplificadores de la tragedia que supuso el sepultamiento de la ciudad.
El cuerpo del perro que murió adoptando una forma más que elocuente es uno de los objetos que despierta mayor fascinación en el público que visita el sitio.
Muchas de las habitaciones o viviendas no están abiertas al público por que se encuentran realizando tareas de remoción, clasificación y conservación del patrimonio allí encontrado.
Los empedrados de las calles exhiben los efectos de la petrificación a causa de la ceniza
LAS CASAS DE POMPEYA
Si bien los restos monumentales como palacios, teatros y templos son los que mejor ejemplifican la importancia de la ciudad antes de quedar sepultada, es en las casas (domus) donde se puede observar de forma clara y precisa la esencia del modo de vida de quienes pertenecían a la alta sociedad. Entre las que más famosas vale la pena visitar la de los Vetti, la de los Ceii, la del Fauno, la del poeta trágico (con el característico cartel que supone el origen de los famosos "Cuidado con el perro"), la della Caccia antica y la de la Fontana Piccola, la cual atesora en su interior algunas de las pinturas y decoraciones mejor conservadas del recinto.
Muy cerca del granero se encuentra la
Casa del Poeta trágico. Esta singular casa se encuentra cerrada debido a tareas de restauración pero en la entrada misma es donde se encuentra la mayor atracción que tiene para exhibir. Sobre el pórtico de la entrada reposa el
mosaico que representa a un perro guardián acompañado por la expresión en latín "Cave cane" (Cuidado con el perro). La pieza supone una verdadera obra de arte del patrimonio pompeyano. Luego de un exhaustivo trabajo de restauración (que implicó limpieza y la sustitución de algunas piezas de mosaico faltantes) en este momento se exhibe detrás de un vidrio, para protegerlo de las inclemencias del clima y algunas de las partículas que atentan contra la conservación de los materiales que lo componen.
La Casa della Fontana piccola se encuentra en las inmediaciones de las Vías del Mercurio y de las Termas (a metros de la Casa del Fauno). Según datos arqueológicos es una de las casas mas antiguas del sitio y data del siglo I de la era cristiana. Apenas se ingresa en su interior sobreviene la idea de que la misma perteneció a una familia de la nobleza ya que abunda en elementos decorativos y con elementos que denotan de cierto grado de desarrollo no común en viviendas del mismo estilo.
Pequeños aljibes ubicados en el exterior de la vivienda
Las pinturas que se encuentran en el interior de la vivienda fueron realizadas con pigmentos que denotan cierto poder adquisitivo ya que no era común ese tipo de materiales para decorar las casas. Además de la calidad de las pinturas en ellas se ve reflejada la presencia de verdaderos artistas (se cree que fueron varios quienes realizaron las obras y en épocas diferentes) que
plasmaban en los muros escenas de la vida cotidiana, religiosa o bien representativa del modo de entender y concebir la historia evidente en la presencia de seres mitológicos que pueblan los relatos y los mitos fundacionales de la civilización romana.
Escena urbana de la antigua Pompeya
La pequeña fonatana que se encuentra en una habitación amplia y luminosa está dedicada a la veneración de Neptuno,
dios romano de los mares. El techo de la habitación contigua está diseñado especialmente a dos aguas para que cuando lloviera el agua descendiera directamente hacia la parte trasera de la fuente y así poder alimentarla para que fluyera en todo su esplendor. El trabajo de mamposteria con incrsutaciones de mosaicos y elementos marinos la vuelven una verdadera obra de arte dentro del patrimonio de la ciudad.
Elementos decorativos y pequeñas esculturas denotan la devoción hacia el panteón de dioses romanos
Representación de una escena de la vida cotidiana
En una de las paredes se advierte la importancia del teatro para la familia, representada por la máscara característica del drama y la comedia.
Representación de una serpiente recientemente restaurada
Representación de un ser mitológico
Con el paso del tiempo, algunos de los frescos se volvieron ilegibles y de difícil interpretación
Si bien los frescos que se encuentran en esta casa son dignos de ver, si quieren admirar los de mayor complejidad y mejor conservación tendrán que desplazarse fuera del sitio arqueológico y visitar la famosa
Villa dei misteri, la cual se encuentra un tanto alejada del recinto. En ella se pueden ver obras de grandes dimensiones y colores además de algunos cuerpos que se exhiben en vitrinas de museo.
El otro punto que no se debe dejar de visitar son las
Termas del Foro, sitio de gran encanto por el arte que las rodea eran el sitio elegido por los miembros de la alta sociedad para encontrar sosiego y también divertimento. Cuentan que cuando los emperadores o funcionarios se desplazaban hacia la ciudad ésas eran el sitio elegido para disfrutar de las bondades que ofrecía Pompeya. Hoy están abiertas al público y son una excelente oportunidad para admirar la delicada arquitectura romana, la cual se encuentra acompañada de esculturas de gran tamaño y elementos decorativos casi cinematográficos.
Fauno y mayólicas en uno de los techos
Seres alados con formas mitológicas
La presencia de elementos marinos en la construcción de los techos llama la atención
Así como en el Panetón de Agrippa de Roma, para las termas se diseñó una gran entrada de luz
Una vez terminada la visita al sitio arqueológico verán muy bien delimitada la salida (existe un sendero con indicaciones) y para volver al casco urbano de la ciudad deberán descender por la escalinata de piedra que bordea la colina en la que se encuentra ubicado el sitio. Les recomiendo que a medida que vayan descendiendo se detengan a observar las vistas que se obtienen desde allí, muy parecidas a las que
se puede obtener en la Acrópolis de Atenas o desde el Monte Lycabeto (para quienes no conocen Grecia es una buena oportunidad para experimentar lo que verán el día que decidan un viaje allí). Debido a la pendiente de la escalera y al peligro que puede suponer tropezar o caerse desde allí, es recomendable que el descenso se haga lento y pausado. Así, mientras comienzan el descenso, podrán deleitarse con paisajes como éstos:
Desde allí se puede obtener la típica postal de la ciudad, con las ruinas y el Vesubio al fondo
Piedras, árboles, plantas y flores hacen del lugar un sitio encantador
Llegados a este punto, la experiencia de la visita a la ciudadela sepultada habrá quedado impresa en vuestra memoria como un recuerdo de esos que no se borran fácilmente. Soberbia y desafiante Pompeya se muestra como opositora de los designios del destino que alguna vez la vio brillar y luego la dejó reducida a piedra. Sin dudas, después de las de Roma, las ruinas del sitio arqueológico de Pompeya son una joya histórica que nos revela un pasado de esplendor. de lujos, de sólidas creencias, de mitos arraigados y de clases sociales poderosas que supieron imponerse sobre los más débiles pero que, en definitiva, no pudieron escapar a perecer de la misma forma que ellos cuando el Vesubio, incandescente y desbocado, arrojó su furia de lava sumiendo a toda la población en poco menos que un recuerdo.
RECOMENDACIONES GENERALES
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La visita a Pompeya puede resultar de fácil acceso si están alojados en Nápoles puesto que la distancia es muy corta, pero puede complicarse si se está un poco más alejado. Por ello, si se encuentran en cualquier otra ciudad lo más recomendable es dedicarle a la visita un día completo (partiendo del destino muy temprano y previendo un regreso tarde). En cualquiera de los dos casos les recomiendo que tomen una
visita guiada y que no intenten acceder al recinto arqueológico comprando el billete en la entrada.
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Si bien el costo aumenta ésta les brindará la posibilidad de tener un guía calificado (la mayoría son estudiantes avanzados de las carreras de Arqueología e Historia formados en la Universidad de Nápoles)
y así contar con toda la información necesaria para disfrutar al máximo de todo lo que verán en el recinto, además de optimizar tiempo ya que el espacio es muy grande y de difícil acceso en algunos puntos específicos.
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La mejor época del año para realizar la visita es entre los meses de marzo a octubre (intenten evitar los calurosos días del agosto italiano). Si planean una visita en invierno deberán tener en cuenta que los fenómenos meteorológicos como lluvias o las nevadas pueden hacer que no puedan ingresar al recinto).
* Sea cual fuere la estación del año en la que vayan es aconsejable
vestir ropas cómodas, calzado liviano y una botella de agua (ya que dentro del recinto no hay cafeterías ni bares, sólo en la entrada ubicada en la base del sitio).
El uso de bolsos o mochilas está prohibido, no así el de pequeños bolsos para llevar las cámaras fotográficas.
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Está permitido tomar fotografías en la mayoría de los sitios, salvo en aquellos expresamente indicados en los carteles o advertidos por el guía.
* Recuerden que se encuentra totalmente prohibida la extracción de cualquier elemento del sitio arqueológico ya que supone el delito de
tráfico arqueológico (el cual en Italia conlleva una pena de prisión de entre 10 a 15 años). Si desean adquirir un souvenir, en la entrada del recinto se encuentran gift shops con una amplia oferta de recuerdos.
Más información
Site oficial
Pompeiisites
Reglamento para la visita a Pompeya
Mapa del sitio Arqueológico (PDF)
Ver Pompeya en
GoogleView
Pompeya virtual en 3D (clicar directamente sobre el video)