Algo que seguro te pasa a ti, como a otras muchas personas, es que fuera de las sesiones de aprendizaje de no tirar de la correa y de la llamada, tu perro sigue tirando y no acude cuando le llamas. Y eso que durante las sesiones lo puede estar haciendo correctamente y parece que lo tiene aprendido. ¡Y claro! Los paseos siguen siendo una pelea constante, cuando el perro está suelto tarda en llegar a ti y notas que no avanzas. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué parece que el perro no lo aprende en el día a día? ¿Qué puedes hacer?
Al querer enseñar al perro conductas novedosas para él, lo normal es que uses un refuerzo individual como la comida, un juguete o un mordedor para motivarle y que lo siga (no tirar de la correa) o que lo obtenga por acercarte a ti (la llamada). Esto está claro. Para ello, un buen La Pero lo que puede que no sepas es que la mera asociación de una conducta a una recompensa no hace que el perro comprenda lo que se le está pidiendo: simplemente quiere la recompensa y la sigue o se acerca a ti para conseguirla. En el día a día, ese refuerzo individual no está presente en todo momento y, si aparece, debe competir con estímulos mucho más poderosos para el perro, como olores y la relación con otros perros, por ejemplo, lo que hace que las conductas no sean consistentes: sigue tirando y la llamada es muy poco fiable.
¿Qué puedes hacer? ¿Cómo conseguir que esas conductas se realicen fuera de las sesiones de aprendizaje? Enseñándo al perro los siguientes CONCEPTOS:
- No separarse de quien lleva la correa (No tirar).
- Buscar y acercarse a quien le llama (Llamada).
método es la RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS: una vez que el perro tiene asociada la conducta a la recompensa, se le pone retos o dificultades que tiene que solucionar con la conducta que le estamos enseñando. VENTAJA de este método es que es auto-reforzante: el perro se siente satisfecho y en un estado de bienestar por el hecho de solucionar el reto. Al igual que tú te puedes sentir bien al solucionar un crucigrama o un sudoku especialmente complicado. Estos son los 4 problemas que te propongo que plantees a tu perro en las sesiones de aprendizaje (puedes variarlos, buscar otros y modificar su dificultad usando la imaginación): A) No tirar:
1. Cuando el perro vaya a tu lado, de repente intentas alejarte de él hacia un lado u otro o en sentido contrario, sorprendiéndole y animándole a que se vuelva a colocar en posición.
2. Colocar por el suelo objetos apetecible para el perro (juguetes) y andar entre ellos a tu lado con la correa floja.
3. Llamarle colocándote de espaldas a tu perro. Tendrá que acudir y colocarse de frente a ti.
4. Esconderte detrás de un árbol o poner un obstáculo para que te busque y dificultar que te encuentre y llegue a ti.
No importa que tu perro falle en alguna ocasión, no le castigues, está aprendiendo. Los fallos dan ese punto de motivación que ayuda a superarse. Si falla en muchas ocasiones, tendrás que dar un paso atrás y volver a la asociación de la conducta con la recompensa.
Con la resolución de problemas tu perro entenderá los dos conceptos anteriores y aprenderá a ir mejor de la correa y a acudir con mucha mayor probabilidad cuando le llamas.
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