Pon un RUBIO en tu vida

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI
Hazlo. Porque entre otras muchas cosas, tendrás la suerte de salir de casa con el pantalón rallado de amarillo "fosfi" desde mitad muslo a la rodilla, y así, podrás ir en bici de noche sin tener que llevar chaleco reflectante, porque tu pantalón ya hace las veces de luciérnaga.Pon un RUBIO en tu vida y aprenderás la capacidad que los músculos de la cara tienen para hacer los mil y un gestos: de enfado, de cabreo (hay un ligero matiz, sí), de enfado "pero no", de "mira cuánta penita doy", de "ay, qué malito estoy hazme caso a mí también", de "sé que me adoras, no puedes negarlo"... y un millón más. Luego intentarás copiarlas, a ver si cuela y a ti también te funciona, pero lo único que conseguirás será que las patas de gallo arruguitas de reír se te marquen mucho más.Pon un RUBIO en tu vida y sonreirás cada mañana muy a tu pesar, aun cuando ese mismo RUBIO te haya dado la nochecita y no estés muy receptiva. Da igual, porque te plantará un beso baboso en medio de la cara o te pegará un tortazo mientras dice "maaaaaaaaa" para despertarte dulcemente, te entrará la risa y ya te ha ganado.Pon un RUBIO en tu vida y comprobarás que el tiempo vuela. De hecho vuela tanto que, en lo que te cuesta girarte a coger cualquier cosa de la mesa, él habrá salido por patas y tendrás que correr para encontrarlo. Así que te quedará la duda de si la duración de tus "segundos" es la misma que la del resto del planeta, y te entrarán unas ganas horribles de sacarte un máster en Física, peeeero no podrás porque, en realidad, tú no tienes tiempo y ha sido todo un espejismo.Pon un RUBIO en tu vida y, al fin, entenderás los problemas de física que hacías en COU (una ya tiene una edad, es lo que hay) en los que un objeto era lanzado con X trayectoria desde un punto A y llegaba a un punto B a una velocidad de Y m/s. Para ello sólo tendrás que intentar ayudar al RUBIO a pinchar algo con el tenedor, él se enfadará pensando que no quieres dejarlo cenar solito en plan "¡pero qué mayooooor!", lanzará el tenedor (cargado, claro) con una fuerza de taitantos julios y llegará con él a la otra punta del salón, donde lo espera el sofá de piel blanca, que combina ideal con cualquier trozo de comida que caiga sobre él. Pon un RUBIO en tu vida y comprenderás de golpe y plumazo tooooodas las acepciones de las palabras jeta y morro, te sentirás más que nunca como el ciego del Lazarillo de Tormes y descubrirás que tú de picaresca sabías poco, casi nada o nada. Bueno, y que él se las sabe todas, y es consciente de ello.Pon un RUBIO en tu vida y TE ROBARÁ EL ALMA, te hará reír aun cuando te falten las fuerzas, te creará mono de su mirada, sus "moflos" rechonchos, su sonrisota gamberra, su caboloncho de pelo casi transparente y su mirada de "MAMI, TE TENGO CONQUISTADA, SOY ADORABLE A RABIAR, Y LO SABES".
CON M DE MAMÁ y R de RUBIO