Cuando nuestro mapache aprendiz era pequeñito, había un juego que derivó en una exitosa saga y que se convirtió en uno de los grandes hitos del mundo gamer. Estamos hablando de Guybrush Threepwood y su Monkey Island de Lucas Arts.
El juego, una aventura gráfica de las buenas, iba sobre un pirata y se hacía referencia una y otra vez a una bebida especial que tomaban los piratas llamada grog.
La tal bebida era altamente corrosiva y sólo podía tomarse directamente del barril o recipiente similar, pero nunca en una taza de metal. La receta contenía uno o más de los siguientes ingredientes: queroseno, glicol propílico, endulzantes artificiales, ácido sulfúrico, ron, acetona, tinte rojo nº2, SCUMM, grasa para ejes, ácido para baterías y/o pepperoni.
En cualquier caso, la realidad es muy diferente tal y como pudo comprobar nuestro mapache aprendiz en sus viajes por Europa del Este. Para no aburrir, situaremos la historia en pleno agosto en algún punto de Viena (quizás fuera Budapest o Praga). Estando en un bar apareció como postre un grog y no pudieron evitar pedirlo.
El camarero se volvió loco (sí, definitivamente debía ser vienés o alemán) y acabó chillando "¡¡¡agua caliente con ron!!! ¿ENTIENDES?". Y, efectivamente, aquello no era más que una infusión de ron a la que se le podía añadir un toque de limón.
Hoy obviamente vamos a asaltar el mundo del grog, porque no es que haya únicamente uno. Vamos a ver concretamente cinco versiones increíblemente fáciles y resultonas :)
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