El recién publicado informe de UNICEF ‘Progreso para la Infancia: más allá de las estadísticas, da cuenta de los logros importantes que se han conseguido en materia de derechos de los niños desde que se formularon los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que expiran este 2015.
Desde 1990, la tasa de mortalidad infantil (niños menores de cinco años) se ha reducido más de la mitad: de 90 a 43 por cada 1.000 nacidos vivos y la desnutrición crónica infantil ha disminuido en un 41%.
Casi un 91% de los niños en las regiones en desarrollo se matriculan en la escuela, un objetivo cercano a la educación primaria universal que se proponía en los ODM. Pero esta cifra no debe enmascarar la realidad: Solo un 64% de los niños – y sobretodo niñas consiguen completar el ciclo primario en los países de renta baja.
El informe de UNICEF considera que el mundo estará defraudando a millones de niños y niñas si no sitúa a los más desfavorecidos en un lugar destacado de su nueva hoja de ruta para el desarrollo durante los próximos 15 años.
En el marco de los nuevos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con los que los países deben comprometerse en la próxima Asamblea General de la ONU el próximo mes de septiembre, se formulará el objetivo de que, para el año 2030, todas las niñas y los niños tengan una enseñanza primaria y secundaria completa, gratuita, equitativa y de calidad que produzca resultados de aprendizajes pertinentes y efectivos.
Y sin embargo, con el actual ritmo de progresos, muchos de los ODS no serán factibles en 2030, y UNICEF ha calculado que se necesitará casi un siglo para que todas las niñas de las familias más pobres de África subsahariana terminen su educación secundaria básica.
La educación universal es la clave de la nueva agenda de desarrollo sostenible, y para ello, es imprescindible que los niños y su acceso a este derecho se sitúen en el centro de los objetivos que la comunidad internacional está preparando.