Pönnukökur o pancakes. {Receta islandesa}

Por Ana @cookthecakes

Vuelta de vacaciones y comenzamos de nuevo nuestros viajes gastronómicos por Europa. Yo como ya sabéis, este verano he visitado algún que otro país, sin avisaros, por mi cuenta, repitiendo algún destino que ya había visitado antes y que también lo había hecho con mi grupo de #reposterasporeuropa.
Entonces, si os parece, volvemos a preparar la maleta, con ropas un poco más abrigaditas que las que hemos metido en nuestros viajes veraniegos y nos vamos con destino Reikiavik, capital de Islandia.

Esta isla situada en el Océano Atlántico, al sur del Círculo Polar Ártico, entre el continente europeo y Groenlandia, tiene gran actividad volcánica y geológica, lo que hace que tenga un paisaje de desiertos, montañas, lagos y glaciares. ¡Naturaleza en estado puro!


Está compuesta de basalto y lava petrificada, lo que hace que tenga un paisaje un tanto peculiar. Existen muchos fiordos a lo largo de su litoral que es donde se localizan las ciudades más importantes y además cuenta con tres parques naturales uno de ellos, el Parque Nacional Vatnajökull en el que se encuentra el glaciar más grande Europa.
Según escribo “se me hace la boca agua” y crecen todavía más las ganas que tengo de conocer este país. Lo ideal o más bien, lo que me apetecería sería coger un coche y recorrerme la isla. Ir parando allí donde me apeteciese y disfrutar de sus paisajes, de sus glaciares, de sus aguas termales y como no, de su gastronomía.

Dado que es un país tradicionalmente pesquero, los productos marinos son el ingrediente principal de la mayoría de sus platos, no en vano, durante muchos años, el bacalao fue el principal motor de su economía.

Para sus platos más tradicionales, utilizan el skyr, producto lácteo elaborado a base de yogur. Y ya pasando al tema que nos ocupa, la repostería, podemos destacar dulces como el Hafraklattar, que son unos dulces hechos con frutos secos, cereales y pipas y que tienen una textura un poco más blanda que las barritas de cereales, la Vinarterta, pastel en capas relleno de ciruelas y que es típico de Navidad, los cinnamon rolls al estilo islandés, las galletas de avena, el skúffukaka o brownie islandés, los kleinur que son unos bocaditos de pasta frita, el happy marriage cake o pastel tipo pie relleno de ruibarbo, el mondlukaka o pastel de almendra, o los Pönnukökur o pancakes islandeses, que es el postre por el que me he decidido.

Hay dos variedades de pancakes en Islandia. Unos que son delgados y se parecen a lo que habitualmente conocemos como crepes y otros más gruesos que se preparan con arroz con leche y que además pueden tener pasas dentro.
Yo me he animado a probar estos últimos, y rizando el rizo en vez de prepararlos en la sartén los he preparado al horno en mini moldes de gres individuales.

Ingredientes

  • 450 gr. de arroz con leche 
  • 240 ml. de leche semidesnatada
  • 1 huevo tamaño L
  • 160 gr. de harina
  • 1 cucharadita de levadura
  • ½ cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de canela
  • 60 gr. de mantequilla (derretida)
  • 1 puñado de pasas (opcional)

Elaboración
Precalentamos el horno a 180º C.
En  un recipiente combinamos el arroz con leche, la leche entera y el huevo batido previamente. Batimos hasta que los ingredientes estén integrados.
En otro recipiente mezclamos bien con ayuda de un tenedor la harina, la levadura, la sal y la canela. Agregamos los ingredientes secos en los ingredientes húmedos y mezclamos bien. Añadimos la mantequilla derretida y las pasas (opcionales).
Engrasamos unos moldes de gres con un poco de mantequilla y vertemos la mezcla en cada uno llenándolos casi en su totalidad. Horneamos unos 10-12 minutos o hasta que introduciendo un palito en el centro comprobamos que están cuajados.
Servimos espolvoreándolos con azúcar glacé o jarabe de arce.

No me digáis que no es una estupenda idea de presentación. Ideal para sacarlos a la mesa de postre, para merendar o incluso para almacenarlos en el frigorífico y tomarlos más fresquitos. A mi desde luego me lo parece.

Ha cambiado el tiempo, deben ser los aires islandeses que me he traído en la maleta pero el caso es que las temperaturas han caído en picado. También es verdad que lo que no era propio de estos días es que tuviéramos casi 40º C.
Es la excusa perfecta para encender el horno y preparar estos "icelandic pancakes" y sentarnos en torno a la mesa de la merienda para compartir experiencias, viajes y momentos vividos este verano.
Bienvenidos de nuevo al reto #reposterasporeuropa. No hay nada como viajar y si es en vuestra compañía, muchísimo mejor.