Revista Deportes

Ponte las pilas y despista a la pereza: el deporte

Por Valedeoro @valedeoro

[A raíz de que la fuerza de la voluntad no existe me habéis pedido algunos ejemplos concretos de como cambiar el entorno para que te ayude a realizar los cambios que buscas. En los próximos semanas publicaré una serie de ideas que ojalá te inspiren.]

Mujer corriendo un maratón
Si quieres lograr ser realmente bueno en algo, tienes que practicar regularmente. Para correr una maratón, tienes que entrenar varios días a la semana. Para ser una buena escritora, hay queleer y escribir a diario. Y para cocinar igual de bien que tu madre, es imprescindible pasar tiempo en la cocina. Tanto para llegar a ser bueno, como para mantener la habilidad, tienes que practicar.

La cruda realidad: me da pereza

No estaría nada mal correr una maratón. Tienes las zapatillas, te gusta correr y por supuesto conoces todas las ventajas que te brinda una vida con ejercicio físico regular. Pero resulta que en mayo llovió mucho, en junio hubo una ola de calor impresionante, en julio hubo muchas tempestades y el agosto fue como vivir dentro de una estufa. Ahora que viene septiembre puede que lo consiga.

Has caído en la trampa más sofisticada de la pereza: la esperanza en el mañana. Mañana a lo mejor las estrellas se alinearán, hará la temperatura perfecta para correr, tu pareja no necesitará tu ayuda en la casa y mágicamente tampoco tendrás agujetas. Pero el mañana tiene la curiosa característica de no llegar nunca y a la pereza se le escapa una risa diabólica entre los cojines.

Rutinas y sistemas para despistar la pereza

Dicen que para formar un hábito son necesarios como mínimo 30 días. Pero si estos 30 días empiezan mañana, tu pereza siempre gana. Necesitas un plan de ataque que distraiga la pereza, pero que te ayude a formar este hábito, casi sin que la pereza se dé cuenta. Si puedes crear un sistema que te apoye sin que de ello dependa tu decisión consciente, entonces la pereza tendrá más dificultad de interferir. La pregunta clave es: ¿Qué actividad diaria puedes vincular con la nueva actividad que quieres introducir?

Por ejemplo: para correr es necesario salir de casa y volver después para poder ducharme. Resulta que por las mañanas siempre salgo con el perro. No es negociable (desde el punto de vista de mi perro). Así que empezaré a dejar mi ropa de deporte al lado de la correa del perro. Por las mañanas me pongo las zapatillas y la ropa de deporte y salgo con el perro.

¡Ojo! Nadie ha dicho que salgo a correr. Simplemente salgo con el perro, en ropa de deporte. Pero una vez en el parque me doy por vencida, y juntos corremos por la playa.
Por cierto: si ahora me dices que no tienes perro, lo voy a atribuir a tu pereza.

Si no vives demasiado lejos de tu trabajo, entonces también puedes depositar tu ropa de deporte en la oficina. Avisa a la recepcionista (o a alguna persona cotilla) que de ahora en adelante los lunes/miércoles/viernes volverás a casa corriendo y pide que te lo recuerde por si acaso. Pronto todos en la oficina conocerán tus planes y no podrás hacer otra cosa que vestirte con tu ropa de deporte y salir corriendo al final de la jornada.

Y ahora te toca a ti: ¿cómo puedes cambiar el sistema externo para facilitar la adquisición de un hábito?


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