No somos conscientes del poder que tienen las palabras, tanto para bien como para mal. Por desgracia, las palabras negativas siempre tienen más efecto sobre las personas, y más si son niños.
Posiblemente no nos demos cuenta, pero a diario vivimos situaciones en las que ponemos en riesgo el bienestar de los niños. ¿En cuántos partidos de fútbol los niños tienen que aguantar exigencias de sus padres por no llegar a ser lo que ellos esperan? ¿O en cuántos partidos los niños habrán escuchado a sus padres insultar al árbitro o a ellos mismos por tomar una decisión errónea?
Desde pequeño he jugado a fútbol y me ha tocado oír partido tras partido insultos al árbitro, presiones de los padres a sus hijos y ya es hora de decir basta y hacer ver a los padres la mala imagen que están dando a sus hijos, la forma tan asquerosa que tienen de tratar a la gente. ¿Es esa la educación que quieren para sus hijos? Planteémonos los valores que estamos transmitiendo a los más pequeños, porque a ti no te hubiera gustado que te tratasen así de pequeño y porque el día de mañana ellos tratarán así a sus hijos.
Como estos casos hay mil, y podemos ver una buena muestra de ellos en los siguientes vídeos de Educo, en el que la sociedad da la vuelta y son los niños los que dejan en evidencia a los mayores actuando como lo hacen ellos. Muchas veces tratamos a los niños como si fueran mayores, y no lo son. Tratémoslos como lo que son, niños, y dejemos de tratarlos como si supieran reaccionar ante los problemas que la vida nos presenta.
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